La tragedia de la línea 65

Los sanitarios del Samur-Protección Civil que se trasladaron al lugar de los hechos no pudieron hacer nada por la niña, ya que había fallecido en el acto a consecuencia del fuerte impacto. Por su parte, los psicólogos del Samur atendieron con urgencia a la madre de la víctima y al conductor del autobús que sufrían un fuerte shock emocional por lo que apenas pudieron aportar datos que pudieran responder a las causas del atropello. Alrededor de las 13.30 horas seguían las labores de limpieza y se procedía a la recogida del cuerpo, que permanecía al lado del autobús, en una zona acordonada por la Policía.

Según algunos de los testigos, la niña irrumpió en la calzada entre dos vehículos, una furgoneta y un turismo aparcados en línea en el momento en que el autobús entraba en la glorieta situada frente a la estación de metro de Batán; pero las versiones son contradictorias, ya que otros vecinos aseguraron que la niña permanecía agarrada a su madre cuando sucedieron los hechos. En ese momento, los vecinos de la zona escucharon un golpe muy fuerte y posteriormente gritos.

Por circunstancias que investiga ahora la Policía Municipal, el autobús arrolló a la pequeña, que transitaba por las inmediaciones de un paso de peatones no regulado por semáforos. Los agentes están trabajando para determinar si la niña cruzaba debidamente.

El padre de la niña, que no estaba presente, dijo a EFE que ambas iban de la mano y el vehículo no respetó el paso de cebra, según le contó su mujer, ambos de nacionalidad boliviana. De acuerdo con el testimonio de la madre de la pequeña, ella estaba en el paso de cebra –no se sabe si cruzando o a punto de hacerlo– cuando notó que el vehículo agarró a la niña. Ella la cogió del brazo intentando rescatarla, pero ya estaba debajo de la llanta. La soltó porque creyó que el autobús se la llevaba también a ella.