Rajoy arma su escudería

MADRID- Mariano Rajoy comenzará este lunes a modelar su equipo de Gobierno con la formalización ante la Junta Directiva Nacional del PP de la designación de los presidentes de las dos Cámaras y de los nuevos portavoces parlamentarios, sobre los que en el partido llevan semanas cruzando quinielas. El próximo presidente del Gobierno ha esperado hasta este fin de semana para poner en marcha estos primeros nombramientos en coherencia con su estrategia de apurar los plazos y el sentido de sus decisiones: el martes se constituyen las nuevas Cortes Generales. Esta semana también se conocerá previsiblemente la estructura de su Gobierno, cuestión a la que da tanta relevancia como a los nombres de los elegidos para estar en su Consejo de Ministros. Rajoy ha fusionado ministerios por áreas complementarias para ganar en austeridad y eficiencia, según fuentes solventes. Convertirá algunas carteras en la práctica en secretarias de Estado y reducirá, en cualquier caso, el número de estas últimas y la plantilla de altos cargos en los demás niveles de su Administración.

Sus elecciones parlamentarias las ha hecho teniendo en cuenta que el Congreso será un terreno difícil, a pesar de que su partido tiene la mayoría absoluta. Es verdad, subrayan en su entorno, que no tendrán problemas para aprobar leyes o decretos leyes, pero en su esencia el Parlamento se puede convertir en un ambiente hostil para el Gobierno. No está escrito en ningún sitio que el PSOE que nazca del Congreso Federal «vaya a ser pactista», y luego están las minorías (IU, UPyD, Amaiur), que a buen seguro harán que «el trabajo parlamentario sea complejo y desgastante». En la segunda Legislatura de Aznar, la de la mayoría absoluta, la portavocía del Grupo Popular recayó en el diputado Luis de Grandes, que no había sido ni siquiera cabeza de lista en su circunscripción. Ahora, en el PP se ha consolidado por distintas razones el nombre del vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, aunque según se aproximaba el momento de desvelarse el misterio, por si acaso, han empezado a ampliar las quinielas en torno a un perfil tan distinto del de Pons como el del ex ministro Juan Carlos Aparicio. Las fuentes consultadas anticipan que en la presidencia del Congreso el elegido tendrá que ser alguien con capacidad para asumir decisiones férreas en relación a Amaiur o al desbarajuste del Grupo Mixto, «pero al mismo tiempo alguien que no cope protagonismos y pueda mantener un funcionamiento razonable y sin estridencias de la Cámara». El silencio de Rajoy ha servido para alimentar a ciegas las apuestas por dirigentes como Jorge Fernández, «número uno» por Barcelona y del que nadie duda de que estará en el equipo del presidente del Gobierno; o la ex ministra de Sanidad Ana Pastor, que es también seguro que estará en un sitio relevante. Hasta el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y el ex ministro Jesús Posada, cercano a Rajoy y a Soraya Sáenz de Santamaría, han entrado en el bombo. Para el Senado, el PP es más conservador en sus apuestas y la mayoría se decanta por Pío García Escudero, quien hasta ahora asumía la responsabilidad de portavoz. De ser así, su relevo en la portavocía es una incógnita, dada las reticencias iniciales de la dirección nacional al nombre de Antolín Sanz, la «mano derecha» de García Escudero en estos años de atrás.

Aunque en principio son menos objeto de titulares, los elegidos para estar en la Mesa del Congreso, que se conocerán el lunes o ya el martes, también tienen su relevancia. No sería la primera vez que personas que inicialmente estaban destinadas a ser ministros tuvieran unos años de «aparcamiento» previo en el órgano de gobierno parlamentario. Carme Chacón es un ejemplo de ello. Por tanto, en la Mesa puede encontrar acomodo cualquier «ministrable», dicen en el PP. El morbo está también puesto en el futuro de varios dirigentes, como es el caso de la ex ministra Celia Villalobos, casada con el sociólogo de cabecera de Rajoy, Pedro Arriola. Aun así, no parece probable que Rajoy la quiera en su Gobierno ni tampoco que esté destinada a presidir el Congreso, aunque dicen que ella se lo lleva trabajando desde el pasado verano. Podría ascender de una secretaría en la Mesa a una vicepresidencia o tener reservada alguna presidencia de comisión. Otro nombre a seguir es el de Ignacio Gil Lázaro, al que el PP le debe su trabajo «constante y consistente» en el «caso Faisán». Todo indica que seguirá en la Mesa de la Cámara y que puede ascender, como Villalobos. De todas las hipótesis que se manejan, entre las que tienen más cuerpo está la que sitúa al actual equipo de Sáenz de Santamaría, el núcleo del Comité de Dirección del Grupo Popular (José Luis Ayllón, Fátima Báñez, José Luis Alonso…), en la nueva estructura del Gobierno. «¿No parece que Ayllón tiene cara de secretario de Estado de Relaciones con las Cortes?», comentaba el viernes por la tarde un líder regional del PP. Rajoy también está llevando con el mayor de los secretos la definición del esqueleto de su futuro Gabinete. Si el objetivo es integrar y fusionar departamentos por áreas, el PP prevé que pueda haber una Vicepresidencia política de la que dependan Presidencia y administraciones públicas. Siguiendo el modelo autonómico, hay quienes colocan en ese superministerio a Justicia, dado su vaciamiento de funciones. Todo indica que se mantendrán como áreas individuales Exteriores, Fomento, Defensa e Interior.

Otra de las carteras del nuevo Gobierno podría ser la de Educación, Cultura y Deportes; Industria iría con Ciencia y Tecnología; y también se baraja que el área social se una en un superministerio con Trabajo, Sanidad y Seguridad Social. Habrá un Ministerio de Agricultura, y en el ámbito económico la decisión clave es si habrá una cartera de Economía y otra de Hacienda o si se fusionarán en una sola. Esta decisión influirá en el nombre de la persona o personas elegidas, y en la estructura de otras carteras. Si Economía va por separado, de ella podría colgar Comercio y Turismo. Rodrigo Rato, Cristóbal Montoro y Luis de Guindos dan más que hablar en el PP que otros, como el independiente José Manuel González Páramo, hasta que Rajoy se pronuncie.