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El jefe del «Otazua» dice que policías y guardias civiles son «asesinos» con «inmunidad»

El jefe del 'comando Otazua' de ETA, Daniel Pastor, alias 'Txirula', se ha negado a participar en el juicio que se ha celebrado en la Audiencia Nacional por el atentado frustrado de un policía nacional en Bilbao en 2008 porque, según ha dicho, "lo único que quiere"este tribunal "es inmunidad para sus asesinos", en referencia a "todos los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado".

"La Constitución española no reconoce mis derechos y los guardias civiles y los policías menos, que son los encargados de reprimirme a mí, a mis compañeros y a todo el pueblo vasco", ha señalado el etarra después de que la presidenta del tribunal, Manuela Fernández de Prado, le recordara que la Carta Magna le amparaba en su derecho a no declarar durante la vista.

En su turno de última palabra ha asegurado que tras su detención le pegaron y le amenazaron con violar a su "chavala". "Si hablamos de indemnizar a personas por determinadas acciones armadas, no tendría el Gobierno español suficiente dinero para indemnizar todas las angustias que ha padecido el pueblo vasco durante decenas y decenas de años de conflicto", ha dicho.

Antes de ser interrumpido por la presidenta del tribunal, que le ha instado a realizar manifestaciones concretas sobre el juicio, a Pastor le ha dado tiempo a decir que "el pueblo vasco ha sido reprimido durante cincuenta años y torturado sin que esta Sala haya puesto aquí a todos sus culpables, policías, jueces, responsables de detenciones, torturas y asesinatos, incluyendo la guerra sucia".

Durante el juicio, que ha quedado visto para sentencia, la fiscal Blanca Rodríguez ha elevado a definitiva su petición de 20 años de cárcel para Pastor Alonso y sus compañeros de 'comando' Beatriz Echevarria e Iñigo Zapirain por colocar el 16 de septiembre de 2008 en los bajos del vehículo de un policía nacional destinado en la comisaría de Basauri (Vizcaya) una bomba-lapa que pudo ser desactivada antes de explotar.

Aunque en otros procedimientos los etarras del 'comando Otazua' provocaron incidentes que obligaron a desalojarles de la sala de vista, en este han seguido el desarrollo de la vista oral con tranquilidad. Echevarria ha señalado que puesto que no reconoce al tribunal, no iba a "decir nada ni contestar a ninguna de las preguntas", mientras que Zapirain se ha acogido a su derecho a "no declarar".

El policía nacional, que sufrió otro intento de atentado en enero de 1999 cuando le arrojaron un cóctel molotov a su vehículo, ha lamentado las secuelas psicológicas que sufrieron su mujer y su hija después de que trataran de matarlo y ha demandado al tribunal "una justicia exacta y buena"para luchar contra "este terrorismo tan cruel y tan bárbaro".

"Cuando yo me he metido a policía, yo asumí el grado que tengo que asumir como policía, de que podía morir en cualquier momento y estando en el País Vasco más todavía, pero lo que no puede ser, señoría, es que a mí me sigan y me quieran matar a la familia --ha señalado--. Que me maten a mí si quieren (...) pero mina mucho ver a la familia que llora día a día, que sufre día a día, a mi mujer le ha dado una arritmia como consecuencia de ese disgusto que se llevó".

El agente ha dicho que él no fue "marcado"por "agredir o detener a nadie", sino que Pastor le escogió como objetivo porque se crió en el mismo barrio que la prima de su mujer. "A él no le pasaron información de ningún tipo, él actuó por su cuenta, cuando la organización le dijo 'ejecuta a un policía', se acordó de mí", ha asegurado.

También ha relatado que el día de los hechos, en el que se encontraba de libranza, acudió a renovar el carné de conducir a la Gran Vía de Bilbao, aparcó el vehículo en el parque de Doña Casilda, acudió a la oficina para realizar una gestión, volvió a casar a comer y llevó a su hija al trabajo. Despúes se dirigió a la comisaría de Basauri y fue allí cuando sus compañeros le preguntaron si llevaba un dispositivo "antibomba"debajo del vehículo.

"Eso es una bomba lapa porque se ven las lapas", les contestó el agente antes de llamar a su jefe, que se puso en contacto con los Tedax para que procedieran a marcar el explosivo y desactivarlo. "Estaba colocado en la parte izquierda oculto, en el asiento de debajo de mi culo", ha detallado antes de señalar que como consecuencia del intento de atentado sufrió "una apatía terrible". "Me cogió la desgana y estuve a punto de haberme sucidado", ha apuntado.

Durante la vista ha comparecido un perito policial que ha explicado que la bomba-lapa no llegó a estallar por tres posibles causas: "un mal funcionamiento detonador, el agotamiento de las baterías o un error de confección en el dipositivo antimovimiento".

La fiscal Blanca Rodríguez ha pedido que los tres acusados sean condenados por un delito de atentado terrorista contra un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y otro de colocación de artefacto explosivo. Como principales pruebas, ha esgrimido las declaraciones autoinculpatorias que realizaron Zapirain y Echevarria, así como el hallazgo de armas y explosivos en las viviendas que ocupaba el 'comando'.

Según su escrito de acusación, Zapirain y Echevarria prepararon el artefacto, que estaba provisto de un imán, en su domicilio de Bilbao. Los tres realizaron un primer intento de fijar la bomba aprovechando que el coche estaba aparcado pero se desprendió de los bajos por lo que lo retiraron y lo llevaron de nuevo a su casa "para colocar más cantidad de imanes". Días después, el 16 de septiembre, colocaron de nuevo el artefacto, que no llegó a estallar a pesar de que el vehículo emprendió la marcha.