Eurovegas fase II: comienza el trabajo de campo

MADRID- Una vez elegida la Comunidad de Madrid para albergar Eurovegas y pasado el Debate sobre el Estado de la región, comienza el «trabajo de campo». El Gobierno regional no quiere perder tiempo para lograr así el objetivo de que en los próximos días se concrete el lugar escogido por la empresa promotora (el terreno favorito de su presidente, Sheldon Adelson, es Alcorcón) y para que la primera piedra del complejo de ocio y de congresos se ponga el próximo año.

Desde que Adelson se fijara en España para construir Eurovegas, el director general de Las Vegas Sands (compañía promotora) para Europa, Andrew Tottenham, había alternado las reuniones entre Madrid y Barcelona para conocer los pormenores de cada candidatura. Sin embargo, desde la semana pasada los trabajos de la llamada segunda fase han comenzado, focalizados en Madrid. El tamaño del proyecto, la ubicación concreta, los transportes y comunicaciones, el precio del suelo y la financiación, son, según han relatado a LA RAZÓN miembros presentes en estas reuniones, algunos de los temas tratados con el representante de Adelson en Europa.

La financiación, uno de puntos más sensibles del proyecto, se busca ya de forma conjunta fuera de nuestras fronteras. «La idea que manejan es obtener financiación a nivel internacional y estructurarla en un crédito sindicado en el que con toda probabilidad entrarán el Banco Santander y el BBVA», explican estas mismas fuentes. Las Vegas Sands aportará entre el 25% y el 35% de capital para el desarrollo propuesto de 17.000 millones; sin embargo, sólo para arrancar se necesitan unos 6.000 millones de euros, de los cuales, ya se trabaja en un crédito sindicado de 4.000 millones.

Al mismo tiempo que desde Las Vegas Sands se busca financiadión, en la capital, tanto la administración como empresas particulares ya están moviéndose para adaptarse a la llegada de la ciudad del ocio y las convenciones. Y es que Eurovegas tiene otras consecuencias para la región que ya están tomando en consideración las administraciones afectadas. Éste es el caso de algunas infraestructuras que, pese a estar aparcadas por la crisis económica, tendrán ahora que acelerar su puesta en marcha o, directamente, convertirse en otra cosa. Los dos ejemplos más claros son el carril bus-vao de la A-5 y el Centro de Convenciones de Madrid conocido como «El Sol».

En el caso del carril adicional de transporte que esperan como agua de mayo los vecinos de Móstoles y Alcorcón desde hace quince años, la infraestructura podría recibir el impulso final gracias a Eurovegas. Ya en marzo, el Ministerio de Fomento desempolvó el proyecto y lo sacó a información pública, aunque no hay fecha para la puesta en marcha de las obras. Las expectativas de que habrá una afluencia de público muy grande hacia el complejo de ocio de Las Vegas Sands podría meter prisa a los responsables de Fomento para evitar atascos terroríficos en la carretera de Extremadura.

Respecto al Centro Internacional de Convenciones de la Ciudad de Madrid «El Sol», que estaba previsto que se construyera junto a las torres de la Castellana en 2011, la crisis económica paralizó el proyecto cuando apenas se había ejecutado su cimentación, en 2009. «El Sol» pretendía llenar un hueco que faltaba en la ciudad: una infraestructura para grandes congresos, puesto que para albergar una convención de más de 2.000 personas era necesario reorganizar todo Ifema.

«Cuando haya iniciativa privada para invertir en este tipo de infraestructuras, el consistorio tendrá que redefinir el uso de este espacio», explicaron fuentes municipales. Es decir, que la llegada de Eurovegas pone en jaque la necesidad de invertir dinero público –el presupuesto de la primera fase fue de 300 millones de euros– en una infraestructura dedicada al turismo de conveciones que ahora va a crear una empresa privada. Actualmente, están construidos los cimientos, los aparcamientos y el espacio que iba a albergar el gran auditorio del Centro Internacional de Convenciones por lo que el consistorio madrileño tendrá que buscar otro tipo de dotación que necesite la ciudad y que pueda aprovechar lo que ya está construido. Desde el Ayuntamiento prefirieron ser prudentes y afirmar que no se tomará una decisión hasta que Las Vegas Sands confirme la ubicación definitiva del complejo de ocio. Precisamente, el Pau de Valdecarros sería otro de esos proyectos que habría que repensar con la llegada de Eurovegas. Si se elige finalmente Alcorcón, el terreno en el que estaba previsto construir 12.500 viviendas perdería la iniciativa empresarial que serviría de impulso para levantar las viviendas por lo que habría que decidir qué hacer allí.