Cataluña
Las farmacias alertan de su situación crítica por los retrasos del Govern
La Generalitat aplaza 30 días los pagos a un sector que se ve «ahogado». Cinco boticas de Barcelona han tenido que decretar el cierre temporal
BARCELONA– «La falta de tesorería nos está llevando a una situación crítica. Los costes son muy altos, los intereses no paran de crecer y el fantasma de la insolvencia planea sobre nosotros». El que realiza esta afirmación es Joan Calduch, tesorero del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (Cofb), un colectivo que se siente al límite de sus capacidades económicas.
En el último año, el sector ha pedido más de 8 millones de euros en créditos bancarios para financiar los retrasos en los pagos de la administración. Los farmacéuticos ahora tienen que asumir un 6 por ciento de intereses que se suman a las dificultades y esfuerzo que el sector ha hecho para adaptarse al cobro del euro por receta, en vigor desde el 23 de junio, y el copago del Gobierno.
La principal fuente del endeudamiento de las farmacias, no obstante, es el retraso del pago de la administración en el concierto farmaceútico. Desde 2011, el Servicio Catalán de Salud ha pasado de 50 a 80 días para pagar los medicamentos. Es una demora crucial para resolver las cuentas del colectivo, ya que cerca del 80 por ciento de lo que cobra una farmacia a los pacientes se destina a pagar a proveedores, por lo que cuando se produce un retraso en el pago por parte del Servicio Catalán de Salud (CatSalut) el sistema se desmorona.
Créditos privados
A día de hoy, y según datos del Cofb, la mitad de las farmacias apenas genera beneficios cada mes, y a duras penas consigue un resultado positivo en sus cuentas. Calduch indica que el 50 por ciento de las 2.000 farmacias que hay en la capital catalana genera beneficios inferiores al salario del titular después de pagar sueldos (el promedio de una farmacia son tres trabajadores) y gastos. «Casi no nos sale a cuenta seguir adelante», lamenta. Los datos de facturación confirman la tendencia. En los últimos tres años, las farmacias han ingresado un 35 por ciento menos.
«No podemos hacer frente a todo, el retraso de 30 días nos ha machacado, pero han sido un cúmulo de medidas las que nos han llevado la necesidad de financiación externa», explica Calduch. Según cuenta, muchas farmacias de Barcelona funcionan con avances de tesorería o una póliza de crédito privada. Pese a la situación, la Generalitat no ha tratado de ayudar al sector mediando con la banca para facilitar las condiciones de crédito. «Nos han olvidado completamente, a día de hoy, no hemos recibido ni una llamada del Govern para ofrecer soluciones», afirma.
El colectivo ha hecho una llamada de socorro tras vivir situaciones inéditas hasta ahora, como que cinco farmacias de la ciudad hayan informado de su cierre temporal en las últimas semanas.
Sin planes a largo
«No sólo estamos asistiendo a cierres temporales, el sistema asistencial del que podíamos presumir se está perdiendo», apunta el tesorero. Y es que las farmacias gastan ahora demasiado tiempo en estrategias a corto plazo (pagar sueldos y proveedores) para sacar las cuentas adelante y han aparcado temporalmente planes a largo plazo. Calduch pone como ejemplo el plan de detección precoz de cáncer de colón, que hubiese sido «un éxito desde un punto de vista sanitario», pero que no se podrá llevar a cabo hasta que las cuentas no se ordenen con calma.
¿Habrán más cierres temporales que confirmen el declive del sistema farmaceútico catalán? El tesorero no quiere ser «alarmista» y prefiere mantenerse cauto. «Aventurar el futuro es osado, pero con los datos que tenemos encima de la mesa, la gente debería de ser capaz de evaluar los daños por sí misma. Lo que está claro es que vivimos, hoy en día, una situación crítica», sentencia Calduch.
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