El Romea recupera la parodia que hizo Jardiel Poncela del mito del don Juan de Jardiel Poncela

Enrique Jardiel Poncela no era un gran admirador del amor romántico, ni del cortés, ni del platónico, ni del de conveniencia. No le gustaba el amor del que hablan los poetas, ni del que hablan los canallas, ni del que hablan los adolescentes. Para Jardiel, el amor se escribía con h y no era más que una bobada para jugadoras de canasta. Tanto es así, que lo que más le gustaba era reírse del amor y sus víctimas. El mejor ejemplo de esto fue «Angelina o el honor de un brigadier», su comedia favorita, en que ridiculizaba uno de los mayores mitos españoles, el de Don Juan.Recuperación de un iconoEl Teatre Romea acoge a partir de hoy y hasta el 20 de junio una nueva adaptación de «Angelina o el honor de un brigadier», la comedia con la que triunfó en Hollywood, donde llegó en los años 30 para firmar guiones para el mercado hispano. La película, dirigida por Louis King, fue un gran éxito en todo el mundo y popularizó el nombre de Jardiel. Amigo de Charles Chaplin, tuvo un pequeño cameo en «Luces de la ciudad». Su humor absurdo estaba en la onda de los hermanos Marx y comedias como «Eloisa está debajo de un almendro» y «Los ladrones somos gente honrada» están escritas con letras de oro dentro del teatro español del siglo XX. Sin embargo, hoy en día casi no se le sube a escena. «Es incomprensible el olvido en que ha caído Jardiel. Se ha representado muy poco y cuando se ha hecho, se ha hecho sin ganas y mal», señaló ayer Juan Carlos Pérez de la Fuente, que dirige esta nueva adaptación.«Angelina» nos cuenta las hazañas de un padre para casar bien a su hija, mientras un típico don Juan intenta seducir a la niña. Parodia de los dramas románticos de finales del XIX, ridiculiza temas como el del honor y la honra, y consigue personajes que pueden llevarte de la carcajada absoluta a la lágrima fácil. «Angelina es la obra de la que más satisfecho estoy y tengo la sensación de que cuando ya no esté , me devolverá a l lugar donde me han echado», escribió Jardiel al final de su vida, arruinado y abandonado por todos. El único que le pasaba un poco de dinero para que pudiese seguir viviendo era un jovencísimo Fernando Fernán Gómez. Que regrese a los escenarios catalanes es una gran noticia.