Europa confía en España

No habrá sanciones a España por parte de la Comisión Europea pese a que el Gobierno de Rajoy rechazó cumplir el límite de déficit del 4,4% del PIB para este año. El ministro de Economía, Luis de Guindos, logró convencer al Eurogrupo de la seriedad de las previsiones económicas y del compromiso real con un ajuste presupuestario fijado en un máximo del 3% el déficit para 2013. Bruselas ha exigido a cambio un recorte mayor para este año, que quedará fijado en el 5,3% del PIB, única forma de que podamos cumplir el año siguiente con la meta acordada. Habrá, pues, que ahorrar 5.367 millones más, pero el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, cree que puede hacerse este ejercicio sin subir el IVA y con un menor gasto en la Administración central. La decisión de la UE supone un espaldarazo para la confianza de España, que se recupera poco a poco del daño sufrido bajo los gobiernos del PSOE. Lo cierto es que desde Europa se ha visto un cambio y se ha comprobado que el trabajo de Mariano Rajoy, a pesar de no llevar en ejercicio ni siquiera cien días, ha sido positivo y con reformas que harán posible una estrategia contra la crisis. A diferencia de lo que ha pasado con Hungría, que será sancionada por no haber aplicado medida alguna para cumplir su objetivo de déficit de 2011, y a la que Europa ha bloqueado ya 495 millones de euros en ayudas, España sí ha hecho los deberes y cumplido con creces. Cuando el presidente Rajoy planteó en Bruselas que nuestro objetivo de déficit sería del 5,8% del PIB para este año, hubo quien lo entendió como un desafío a la UE, cuando no era más que un ajuste necesario ante el cambio de las condiciones económicas y la herencia descubierta al llegar a La Moncloa, que elevó el déficit del año pasado desde el 6% previsto hasta el 8,53%. Las cifras que España ha presentado han sido aceptadas como lo que son: un tremendo esfuerzo para romper con la inercia del gasto ineficaz del Ejecutivo socialista. Y también como un ejercicio de realismo ante una economía en recesión y con más de cinco millones de parados que no podría soportar, sin riesgo de una quiebra social, el objetivo fijado con Bruselas en un momento que era más positivo para la economía. El Gobierno, que ayer aprobó las grandes cifras de los próximos Presupuestos Generales del Estado para este año, ha logrado finalmente en Europa un margen de casi un punto de diferencia con lo previsto. Pero sobre todo ha ganado una batalla más para recuperar la confianza de los inversores internacionales. Así lo entendió ayer la Bolsa, con un alza del Ibex del 2,40%. Y así lo entendieron los ministros de la UE al explicar que no ha existido un trato de favor a España, sino que se ha garantizado que existe una senda de consolidación presupuestaria «creíble y convincente».