Fomento reduce el número de obras canceladas para no hundir al sector

Desde que Bruselas pidió a España que se apretara el cinturón para reducir su déficit y a Fomento le tocase el «premio gordo» de los ajustes, en el departamento que dirige José Blanco las calculadoras echan humo para ver cómo cuadrar el recorte de inversión de 6.400 millones con el que han sido «agraciados». El ministro ya advirtió en el Congreso de que no descartaba, incluso, la posibilidad de cancelar alguno de los 3.000 proyectos que el departamento tiene en cartera, una medida que las constructoras rechazan de plano por traumática. Juan Lazcano, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), aseguró ayer que en los encuentros que han mantenido con Fomento le han pedido que «eluda en lo posible la rescisión de contratos. Es preferible suspenderlos de forma temporal que cancelarlos».Momento delicadoComo explican fuentes de la patronal, vaciar la cartera de proyectos de las compañías en un momento como el actual puede ocasionarles graves perjuicios. «Si una empresa está renegociando su deuda y cuenta con un proyecto como garantía para devolver el préstamo, no puede presentarse en el banco y decir que lo ha perdido. La entidad le pedirá otro y, si no lo tiene, no dará luz verde a la refinanciación», explican.Para tranquilidad de los constructores, Fomento está atendiendo a sus peticiones, según aseguran desde la CNC. En principio, el ministerio barabaja rescindir unos doscientos contratos, cifra que ahora ha reducido de forma «notable» en favor de las suspensiones temporales, precisan los consultados.La cantidad exacta se conocerá probablemente en los próximos días cuando, según Lazcano, Blanco comparecerá en el Congreso para explicar las líneas maestras del plan de ajuste. Con posterioridad, cada empresa será informada de los pormenores que afecten a sus proyectos.Alternativas a los recortesLa receptividad de Fomento hacia las peticiones de la CNC sobre las cancelaciones no ha cambiado, sin embargo, la percepción pesimista de la situación que tiene la patronal, que considera muy preocupante el recorte en inversión productiva. «Hay que buscar ingresos donde los haya para no recortarla», sugirió Lazcano. «El futuro se presenta tremendamente peligroso. Habrá que inventarse lo que sea para recaudar dinero que destinar a infraestructuras», como establecer una tasa en los carburantes para sufragar el coste de la red de carreteras, secundó Rafael Fernández Sánchez, presidente de la patronal de empresas de productos de la construcción (Cepco), que acompañó a Lazcano en la presentación de un informe sobre rehabilitación.De momento, la única alternativa que hay sobre la mesa es el Plan Extraordinario de Infraestructuras, un modelo de colaboración público-privado que se ha retrasado para dar cabida a nuevos proyectos.El recorte en infraestructuras podría cobrarse hasta 115.000 empleos- Por cada uno de los 6.400 millones de euros que Fomento deje de invertir en infraestructuras se perderán quince puestos de trabajo directos e indirectos, según los cálculos de la CNC. En total, se destruirían 96.000 puestos de trabajo. - Más pesimistas son los cálculos que hizo el secretario general de la Federación de Construcción, Madera y Afines de Comisiones Obreras (Fecoma), Fernando Serrano, quien estimó que el recorte pone en riesgo 115.000 puestos de trabajo estable y de calidad en la construcción, porque las empresas tienen ya poco de donde rascar en cuanto a despidos de eventuales.