España

Parot concuerda más con la Justicia por Iñaki Zaragüeta

La Razón
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Si no quieres caldo, dos tazas. Le parece poco a Europa el castigo a España en el apartado económico, que nos mortifica ahora en el ámbito judicial. La decisión del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo de anular la «doctrina Parot» en beneficio de la etarra Inés del Río, condenada a 3.000 años por su participación en un execrable atentado, ratifica la radical separación de determinadas justicias con el sentir y la voluntad popular y, sobre todo, la insensibilidad hacia las víctimas.

Si este fallo refleja fielmente la letra de la Ley, denuncia claramente sus graves lagunas. El principio de proporcionalidad de la Justicia constituye una de las primeras lecciones en una facultad de Derecho. La Justicia deja de serlo si es desproporcionada, por exceso o por defecto. Es irrebatible que la «doctrina Parot» concuerda más con los delitos cometidos por Inés del Río que el pronunciamiento del Tribunal de Estrasburgo, cuyos componentes carecen de la menor prevención hacia la banda. Para mayor escarnio, tuvieron los bemoles de hacerla pública en el aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco, una de las mayores conmociones acaecidas en España.

Por mucha satisfacción que este tipo de decisiones produzca en ETA y su entorno, el Estado de Derecho no se detiene. Así lo demostró ayer la Asociación de Víctimas del Terrorismo aportando pruebas al fiscal general para abrir una investigación hacia la ilegalización de Bildu, una coalición que gobierna Guipúzcoa gracias a la presión ejercida por el Gobierno socialista al Tribunal Constitucional. Si ha ocurrido en España, ¿por qué no en Estrasburgo? Habrá que preguntárselo a uno de sus miembros, el socialista –¡qué casualidad!– López Guerra. Así es la vida.