Consejo de Ministros

Una «cortina de humo» de «consecuencias chuscas»

La posibilidad de cambiar los apellidos fue muy comentada ayer en círculos políticos. Aunque se trata de una opción que ya existía, el debate saltó por el inicio del trámite parlamentario para aprobar la Ley del Registro Civil. Así, el PP, no ve «una gran preocupación», excepto en el PSOE, para cambiar la norma

El PP rechaza que el orden de los apellidos dependa del alfabeto
El PP rechaza que el orden de los apellidos dependa del alfabetolarazon

La portavoz popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que éste es un debate que «no había oído a nadie», y añadió que «en cada país de la Unión Europea tienen distintas fórmulas» para ordenar los apellidos. «No sé si le preocupaba al señor Zapatero o al señor Rubalcaba, que tiran más del segundo apellido que del primero», dijo, pero hizo hincapié en que «al resto no le he visto yo una gran preocupación por este asunto».

El portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, defendió la modificación porque es una cuestión de «igualdad» para no discriminar por razón de sexo, a la vez que es un valor «constitucional». Por contra, el presidente del PP, Mariano Rajoy, presentará «batalla» sobre el tema, según dio a conocer la presidenta del PP de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, que habló de «cortina de humo» para distraer de los «temas importantes».

Por su parte, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, afirmó que el proyecto de ley busca «hacer valer la igualdad que establece el artículo 14 de la Constitución» y auguró que con la modificación no se extinguirán los apellidos. Esta inquietud la expresó el portavoz de IU en la Cámara Baja, Gaspar Llamazares –considera el asunto una «preocupación menor»– que avisó de que introducir la variable del alfabeto puede traer «consecuencias chuscas, como que desaparezcan determinados apellidos». Mientras que para el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, el proyecto de ley es «residual» porque «lo normal va a ser, como hasta ahora, que los progenitores eligen el orden de los apellidos y desde 1999 hay muchos que deciden que el primero sea el de la mujer porque es un apellido singular que quieren preservar».