La duquesa más apasionada

Esta segunda parte, dirigida por Salvador Calvo, se centra en los 23 años que la aristócrata estuvo casada con el intelectual Jesús Aguirre. Los espectadores serán testigos de los esfuerzos de Cayetana por vivir según el dictado de su corazón y su lucha para que el duque consorte sea respetado por todos. La llegada del ex jesuita a la Casa de Alba provoca que Carlos, el primogénito de la aristócrata y futuro heredero del título, se vea relegado a un segundo plano. Los problemas familiares, unidos al rechazo que suscita en la aristocracia española, provocarán un distanciamiento entre la pareja, que llevará a Aguirre a sumirse en una profunda depresión, y después a enfermar de un cáncer de laringe, que terminará con su fallecimiento.

En Dueñas y Liria
La propia Duquesa ha tenido una participación activa en esta segunda parte de la serie. De hecho, ha abierto al equipo las puertas de sus dos residencias más significativas: los palacios de Liria y de Dueñas. Además, se ha encargado de verificar que el texto del guión refleje con verosimilitud sus costumbres y su estilo de vida

Adriana Ozores y Carlos Hipólito vuelven a meterse en la piel de Cayetana y Jesús Aguirre. En un parón del rodaje en el Palacio de Fernán Núñez en Madrid (donde se ha rodado la escena del primer encuentro del Duque de Huéscar y Matilde Solís), los protagonistas, perfectamente caracterizados, tienen un momento para hablar con LA RAZÓN de la evolución de sus personajes y de la compleja relación entre la Duquesa y el intelectual. «Cayetana se casa muy enamorada. Vive una relación muy bonita con Aguirre, ya que no sólo es su amante, sino también su amigo. Ambos se entienden a la perfección. Pese a su distanciamiento posterior, es una historia muy emocionante», asegura Ozores, quien descarta que se vuelva a poner otra vez en la piel del personaje en una posible tercera entrega. «No sé si habrá una tercera parte, lo que sí es cierto es que de haberla no creo que yo pudiera encarnar a la duquesa. Lo tendría que hacer otra actriz, con una edad más cercana a la del personaje, ya que hay que tener en cuenta que la serie acaba cuando Cayetana ya tiene 73 años».

Por su parte, Carlos Hipólito, asegura que Jesús Aguirre es un personaje «riquísimo, con múltiples registros, ya que a lo largo de los más de 20 años de matrimonio con Cayetana vive momentos de humor, de amor, de depresión, soledad...». «Creo que Aguirre enamoró a Cayetana de Alba porque le hacía reír, y porque, a pesar de ser un hombre cultísmo, nunca le hizo sentirse menos culta que él», afirma. Aunque la serie está inspirada en las vivencias de «los Alba», los protagonistas quieren dejar claro que no se trata de una imitación, sino de una interpretación a partir de un guión original.