El secreto del cosmos al descubierto

Barcelona- La ciencia parece capaz de dilucidar todos los secretos del universo, sólo hace falta darle tiempo. Sin embargo, desde los griegos, la intuiciones metafísicas de los filósofos se han acercado a lo que la física moderna ha certificado. Pilar Ruiz Lapuente sigue la evolución de estas preguntas universales y las respuestas que se han dado en cada época en «El enigma de la realidad. Las entidades de la física de Aristóteles a Einstein» (Gedisa). «Quería repasar la continuidad y la discontinuidad en las teorías sobre el mundo físico. Ciertas intuiciones formuladas por la Grecia clásica, como el atomismo, han sido confirmadas por la ciencia moderna, por ejemplo», afirma Ruiz Lapuente.

El enigma continuará siempre
El libro repasa como ciertas entidades físicas, como el eter, pasan de no existir como entidades del mundo en Aristóteles a existir con Newton, y así pasando por diversos estados hasta Einstein. Además, muestra como la concepción del tiempo en Einstein está más cerca de Aristóteles que de la de Newton o como las leyes físicas prevalecen invariables a pesar de que aparezca un nuevo sistema de coordenadas, como ocurrió con la ley de gravedad de Newton cuando apareció la relatividad general de Einstein. «Creo que la realidad presentará siempre aspectos por descubrir, que no es agotable desde el punto de vista de su conocimiento. En este sentido, el enigma seguirá existiendo, aunque el progreso en el conocimiento no deje por ello de ser real, verdadero», comenta.
¿Qué nos queda por descubrir del universo? Ruiz Lapuente lo tiene claro. «A nivel básico, está pendiente la unificación de las dos teorías que mejor explican, respectivamente, el microcosmos (la mecánica cuántica) y el macrocosmos (la relatividad general). Como incógnitas más directas, la naturaleza de la materia oscura y la de la energía oscura. La primera domina el proceso de agrupamiento de la materia por efecto de la gravitación. La segunda, la dinámica de la expansión del universo en su conjunto», afirma.
El reciente descubrimiento de que los neutrinos podrían viajar a una velocidad mayor que la de la luz, algo que contradice la relatividad general de Einstein, podría hacernos entrar en un nuevo sistema de coordenadas a nivel de la física. «Se trata de un resultado muy intrigante. Precisa de comprobaciones independientes. Contradice, por ejemplo, las observaciones de neutrinos procedentes de la supernova en la Nube Grande de Magallanes. El resultado podría invalidar los postulados básicos de la Teoría Restringida de la Relatividad», asegura.

Ejemplo contra la tesis de la fuga de cerebros
Pilar Ruiz Lapuente fue parte del Supernova Cosmology Project, que en 2007 ganó el prestigioso premio Gruber de Cosmología por el descubrimiento de la aceleración del universo. «El descubrimiento fue inesperado. Sientes una gran satisfacción por haber colaborado en algo así, pero lo único que haces es aumentar tu curiosidad», afirma Ruiz, que asegura que en España, con telescopios como el de Canarias, se puede ser relevante en la investigación del cosmos. nte y Shakespeare representan los dos polos opuestos del universo de T. S. Eliot. Andreu Jaume recuerda que con el autor de «La divina comedia» había «una enorme afinidad espiritual por una poesía que sabía reflejar el habla de su tiempo». Por su parte, el dramaturgo inglés era para el poeta y crítico, según apunta el editor, «como una cosa amorfa que no pudo entender. Eliot consideraba que Christopher Marlowe sentó las bases para que Shakespeare llegara a donde llegó»