Bruselas

ANÁLISIS: Por qué actúa así Draghi por Victoria Torre

La Razón
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l ¿Qué se esperaba del BCE?
– Tras el anuncio de la semana pasada de Draghi de apoyo al euro, asegurando que éste era irreversible, se había estado especulando mucho con las medidas que se podrían tomar por parte del Banco Central. Se barajaba desde la bajada de tipos –la medida tal vez menos discutida– hasta la posibilidad de dar licencia bancaria al MEDE –la más controvertida y problemática–, pasando por otras opciones como bajar de nuevo la facilidad de depósito del BCE –pasando al terreno negativo–, menores requisitos en los colaterales para acceder a las subastas de liquidez, nueva barra libre de liquidez o reactivación del programa de compra de bonos en el mercado secundario.
Aunque muchas eran las medidas que se esperaban, el mercado lo que esperaba era que el fondo de rescate permanente o el BCE fueran los que compraran bonos en el mercado, lo cual hubiera contribuido a relajar las tensiones en el mercado de deuda.

l ¿Qué se ha anunciado?
– Poco, por no decir nada. Ninguna de las medidas esperadas se ha materializado, y Draghi se ha limitado a decir que el BCE está preparado para actuar, tanto a través de operaciones simples como emprendiendo medidas no convencionales. El problema es que no se ha dicho cuáles. Ni cuándo se adoptarían. Ni qué implicarán. Tal vez, sin las altas expectativas levantadas la semana pasada, el mensaje no se hubiera tomado de manera tan negativa, ya que realmente ha estado en línea con la postura del BCE de las últimas reuniones. Incluso ha dado un pequeño paso hacia delante al decir que está preparado para adoptar medidas, y que le preocupa el incremento de los tramos cortos de la curva de tipos de los países periféricos –algo que sí sería una justificación para la intervención del BCE sin dejar de ser coherente con los anteriores mensajes–.

l¿Por qué Draghi no compra bonos en el mercado secundario?
– Podríamos buscar varias justificaciones. La primera de todas es que, bien he reiterado en muchas ocasiones, no es una tarea del BCE inmiscuirse en temas de política fiscal, de los que deben ocuparse los gobiernos de los países. Su misión es velar por la estabilidad en los precios, y si en otros momentos ha intervenido –en 2011– con compras de bonos, es porque había una amenaza real a la estabilidad de los mercados. En aquel momento, había una evidente falta de liquidez que amenazaba con colapsar el mercado interbancario, y ese fue el argumento para la intervención. En el momento actual, no se da ese problema.
En segundo lugar, por las presiones recibidas de Alemania, que se ha opuesto rotundamente en distintas ocasiones a esta posibilidad. Otra razón podría estar en que si cede, esto podría traducirse en una relajación por parte de los países que aún tienen que hacer los deberes, y que éstos empiecen a descuidar los compromisos a los que han llegado con Bruselas y los ajustes prometidos.

l¿Por qué España no pide directamente la ayuda al fondo de rescate?
– Cabría pensar que si la solución –a corto plazo– es comprar bonos en el mercado secundario, y España tiene en su mano la posibilidad de pedir al fondo de rescate que lo haga, no tiene mucho sentido la negativa a hacerlo hasta el momento.
Aunque las compras del BCE y del fondo de rescate podrían producir el mismo efecto y relajar la tensión en los mercados de deuda, las implicaciones son diferentes. En primer lugar, la capacidad del fondo de rescate es limitada, y además hay que pensar que una buena parte –100.000 millones– ya están comprometidos para el rescate de la banca española. No estaría bien visto por los mercados que se siguiera agotando la munición del fondo de rescate. Además, es opinión común que el fondo no es suficiente ni mucho menos para una posible salvación de España o Italia, por lo que resulta más convincente la ayuda del BCE o del MEDE, si obtuviera licencia bancaria, lo que le daría una capacidad ilimitada. Y por supuesto, algo que preocupa a la hora de que sea España la que solicite esa ayuda es qué se le pedirá a cambio. La solicitud podría implicar que se le pidieran más condiciones, más ajustes, más medidas, y es algo que, por el momento, España no quiere asumir.

 

Victoria Torre
Responsable de Análisis de Self Bank