Asturias

En caída libre

La Razón
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Dice un veterano dirigente socialista que, en estos momentos, el partido es un tablero de ajedrez con las piezas cada vez más rotas. Basta ver las profundas fisuras en muchos territorios electorales.
José Luis Rodríguez Zapatero ya no llena ni en su tierra, y ello refleja la situación descompuesta a la que su líder más nefasto les ha llevado. Cierto es que las encuestas reflejan tendencias y, en política, la euforia es mala consejera. Pero el batacazo que se atisba es de antología, incluso en feudos donde parecía impensable. Como ironizó Mariano Rajoy en Extremadura, «Esto es la monda».
En Madrid, Tomás Gómez y Jaime Lissavetzky disimulan como pueden sus diferencias. En Andalucía, la pelea entre Chaves y Griñán alcanza tintes feroces. En Valencia, Murcia, Castilla-León y La Rioja, el PSOE parece una especie en extinción. Allá donde el socialismo ha gobernado, véase Baleares, Asturias o Aragón, el PP lleva enorme ventaja. Y en históricas comunidades como Extremadura y Castilla La-Mancha, el resultado es de apretado infarto, pese a que Barreda es el presidente autonómico socialista más valorado. El efecto Zapatero, pese al anuncio de su retirada, es devastador.
Por si fuera poco, el gran cinismo, la perversión institucional que rodea la sentencia del Tribunal Constitucional sobre Bildu, causa estupor en la ciudadanía y puede ser la factura final. Si el 22 de mayo se produce la debacle anunciada, el PSOE entrará en caída libre. Ello condicionará la sucesión de Zapatero, las primarias y, desde luego, la urgencia de unas elecciones generales.