«No nos dejamos tocar por nadie»

-La protagonista de su novela es una autista. ¿Reclama usted el derecho a ser diferente?
-Sí, porque estamos entrando, si no estamos instalados ya, en la época de la «uniformación». Nos dicen: «Tú eres tu pensamiento» y ya nos han fastidiado porque es un pensamiento único. Nos llenan de valores «civilizatorios» pero que son contra natura.

-¿Por ejemplo?
-El valor de acumular, de competir como si fuese el pilar de nuestra vida. Nos imponen la necesidad de tener un mundo interior, que consiste básicamente en estar loco.

-¿Me quiere decir que nos comportamos como robots?
-No nos permitimos el lujo de dejarnos fluir. Fíjese en el sexo. Le puedo asegurar que el 90 por ciento de nuestra vida sexual consiste en dar al otro la oportunidad de que nos toque, porque no nos dejamos tocar por nadie. Estamos aislados.

-¿Son más frías las relaciones?
-Todos necesitamos ser tocados pero necesitamos establecer un mito increíble como el amor para darnos permiso a acariciar.

-Habla de que nos educan para aprender a vivir en el mundo humano. ¿Cuál fue la enseñanza más difícil para usted?
-Era una niña muy tocona, aunque me enseñaron que podía ser peligroso. Soy hija de padres divorciados y no podía tocar a uno si el otro estaba presente. Por celos. Fue terrible. Entonces me retraí.

-Dice que escribe ficción para contar historias que merece la pena que sucedan...
-Sí, por ejemplo, hay que regresar a la naturaleza para curarla, no para matarla.

-¿El periodismo en México se ha convertido exclusivamente en una crónica negra?
-Sí, la «Sección roja» –nosotros llamamos así a las páginas que informan sobre asesinatos o crímenes– ahora es la «Primera plana».

-¿Es tan violenta la sociedad mexicana?
-No, la sociedad es pacífica y la violentan, que es distinto. Ahora estamos en la peor de las etapas: el «crimen desorganizado» más desorganizado aún por culpa del Gobierno, que se ha metido en una guerra que no puede ganar.

-¿Entonces?
-Lo que necesitamos es una Justicia, una Policía y unas cárceles más fiables. Si no reina el dictador tiene que reinar la ley. Si ninguno de los dos reina, viene la anarquía. Y en esas estamos.

-¿Hay censura en México?
-Sí, la que dictan los narcos. Si estás investigando y tienes una información verídica es bastante probable que desaparezcas. Ahora los reportajes sobre el narco no se firman y es un secreto la identidad del reportero.