Sevilla
César Jiménez: «Sé que puedo triunfar en Madrid sólo necesito que me den la opción»
César Jiménez cerró el 2010 cosechando éxitos y ha arrancado esta temporada con dos triunfos: Candeleda y Valdemorillo. El torero fuenlabreño ha presentado sus credenciales para que los empresarios se acuerden de él en las primeras ferias de 2011.
Jiménez analizó su situación actual y reflexionó sobre el futuro, consciente de que será tarde a tarde como consiga ser un referente en el mundo del toro.
–Terminó la pasada temporada triunfando y arranca 2011 en la misma línea.
–El año pasado fue muy positivo a grandes rasgos. En cuanto tuve continuidad pude disfrutar más y cuajar toros que me permitieron acumular éxitos. En este inicio del ejercicio me he sentido igual de bien, lo que ayuda a tener una actitud positiva. Ahora sólo falta que embistan los toros y poder continuar por esta senda.
–¿Qué metas se pone en este año?
–Las metas a largo plazo no sirven, porque no te permiten centrarte en el presente. Lo importante es sentirse bien a diario e ir aprovechando las oportunidades que surjan. En estos momentos no sé si estaré en Sevilla o en Madrid, aunque es evidente que me gustaría.
–En estas fechas todos los matadores piensan en Madrid...
–Sin duda, pero creo que no se puede ir de cualquier modo. Sé que puedo hacerlo bien en Las Ventas, por eso me gustaría entrar en un cartel con opciones de triunfo y poder demostrar mi tauromaquia.
–En Fallas no está anunciado, ¿cómo le ha sentado después de haber salido a hombros en 2010?
–Estoy molesto porque el empresario me prometió que iba a estar en Valencia y al final nada de nada. Me parece que mi ausencia es injusta, no quiero señalar a nadie, pero en esta feria hay gente que se lo merece, sin embargo también se han incluido nombres por intereses empresariales. Lo que conocemos como «cambio de cromos» entre el binomio que conforman apoderados y empresarios.
–Las figuras han anunciado que no «perdonarán» una tarde, ¿le puede cerrar puertas esta postura?
–Los empresarios, a la hora de diseñar los seriales, siempre piensan en los espadas que se encuentran en lo alto del escalafón. Cuando ubican a las figuras, los huecos que quedan son para los que estamos en segunda línea. Aunque todos se merecen mi respeto, también es cierto que de ese «top ten» de figuras, lo son de verdad cuatro o cinco. El resto está ahí por intereses puntuales y no comprendo como pueden ocupar esa posición privilegiada. Lo único que podemos hacer los demás es trabajar para tener oportunidades y, por supuesto, aprovecharlas.
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