El Supremo tumba la inmersión lingüística en la educación infantil

BARCELONA- El Tribunal Supremo (TS) emitió ayer una sentencia que tumba algunos de los artículos de un decreto de la Generalitat de 2008, que establecía el catalán como única lengua vehicular en la educación infantil, para niños de tres a seis años. En base a la sentencia sobre el Estatut del Tribunal Constitucional (TC), el fallo establece que el castellano también tiene que tener la misma presencia que el catalán en la enseñanza para estas edades. El TS estima parcialmente el recurso de una familia contra una sentencia del pleno de lo contencioso del Tribunal Supremo de Justicia de Cataluña (TSJC) que avalaba el citado decreto.

Castellano docente
Concretamente, el TS ha anulado los artículos 4.1, 4.3, la primera parte del 4.4., 4.5, 10.1 y 14.3 de este decreto. La sentencia señala que «el decreto impugnado para ser conforme a derecho deberá incorporar el castellano como lengua vehicular y docente junto con el catalán, y al no hacerlo así no se ajusta a la doctrina constitucional citada, y es nulo de pleno derecho al no acomodarse a la misma, que obliga a que de modo expreso el decreto contenga esa mención al castellano como lengua docente y vehicular en la enseñanza en Cataluña junto con el catalán».

Según el Supremo, para ser constitucional el decreto de la Generalitat «debería reconocer el derecho de los alumnos a ser escolarizados en castellano, sin condicionarlo a que se solicite por quien lo posea a título individual», en referencia a las últimas sentencias, que dictaron a favor de la atención personalizada para algunos alumnos cuyos padres lo pidieron.

El Supremo rechaza en su sentencia que el castellano «quede reducido en su uso al de objeto de estudio de una asignatura más, sin que se haga efectiva su utilización como lengua docente y vehicular en la enseñanza».

El TS también dicta que es «inconstitucional la atención individualizada que ofrece la Generalitat a los alumnos que soliciten ser escolarizados en castellano», lo que según el fallo «conduce a una situación de discriminación prácticamente idéntica a la separación en grupos de clase por razón de lengua habitual». Sobre otro aspecto que es tradicionalmente polémico, los alumnos inmigrantes, el Supremo obliga a la Generalitat inicie a los niños recién llegados en el conocimiento del castellano como lengua cooficial y vehicular en la enseñanza.

La Generalitat no acatará la sentencia
La consellera de Enseñanza, Irene Rigau, aseguró ayer que, pese al fallo del Tribunal Supremo (TS), «Cataluña tiene suficiente base legal para continuar aplicando el curso que viene el modelo lingüístico vigente hasta el momento». Rigau señaló que «no será necesario sustituir el decreto parcialmente anulado por el TS por otro, porque los artículos afectados se cubrirán con lo que establece la Ley de Educación de Cataluña (LEC), que es una normativa superior y posterior en el tiempo al decreto impugnado». «Las ideas fundamentales que el Supremo ha anulado están en la LEC, que continúa vigente», subrayó Rigau, quién denunció que el alto tribunal siempre interpreta «muy restrictivamente» todo lo que concierne al modelo lingüístico». El president de la Generalitat, Artur Mas, también mostró su rechazo a la sentencia. Por su parte, el portavoz del PP en el Parlament, Enric Millo, dijo que el Govern «tiene la obligación de dar cumplimiento a las sentencias, que no van contra el catalán».