Siria

Al Asad despide a su Gobierno para frenar las revueltas

Las calles que conducen a la plaza de Sabeh Bahrat, en Damasco, se llenaron ayer de decenas de miles de personas con banderas sirias. La Policía permitió la masiva manifestación y no atacó a la multitud que se concentró desde primera hora de la mañana. ¿El motivo? La masa no pedía reformas, como lleva haciendo la sociedad siria desde que se decretó su «Día de la Ira», sino que cantaba al unísono eslóganes de apoyo al presidente Bachar al Asad.

Las protestas en confra y al favor del presidente sirio recorren el país
Las protestas en confra y al favor del presidente sirio recorren el paíslarazon

Para el activista Anas Qtiesh los estudiantes, tanto del colegio como de la Universidad, así como empleados del Gobierno –el mayor empleador del país– fueron amenazados/forzados por las Fuerzas de Seguridad para unirse a dicha protesta. «Entre las consecuencias estaban los interrogatorios y la expulsión», explica Qtiesh a este periódico. «No digo que no hubiera gente a la que no le guste el actual régimen, pero sé que algunos no tuvieron elección» y añade que, de hecho, los sirios se han dividido bastante en relación a los últimos acontecimientos.

Y es que además, mientras se escuchaba «los conspiradores han perdido, el pueblo quiere a Al Asad» en las calles de la capital, Alepo y Hasaka, el Gobierno sirio anunció su renuncia. Presidido por Mohamed Nayi Otri desde el 18 de septiembre de 2003, Otri presentó su dimisión y la de los miembros del Ejecutivo. Al Asad aceptó su renuncia pero le pidió que se mantenga como primer ministro hasta la formación de un nuevo gabinete.

El anuncio trajo consigo reacciones enfrentadas entre los sirios. Por un lado, «los que protestan han exigido claramente el fin de la ley de emergencia, la liberación de todos los prisioneros políticos y a los que las reinantes fuerzas de seguridad han aterrorizado durante décadas, así como el fin de la corrupción en los gobernantes», reconoce Qtiesh, quien ve dicha renuncia como una mera formalidad que no significa que se les persiga por sus crímenes. Por otro lado, los pro régimen lo han analizado como un signo de honestidad y auguran que las reformas tendrán lugar próximamente.

Fuentes cercanas a Al Asad llevan días informando sobre un posible primer discurso del presidente a la nación. El lunes, por ejemplo, en declaraciones recogidas por Reuters, el vicepresidente Faruq al Shara, adelantó que Al Asad haría anuncios importantes. Ayer, fue la agencia Efe la que fue informada de «un importante mensaje dirigido a todos los sirios» desde el Parlamento, posiblemente a lo largo de hoy.
Los analistas esperan que se levante el estado de emergencia que lleva en vigor desde 1963, aunque todavía no hay ninguna fecha concreta.

Ayer en las redes sociales, los sirios, cansados de escuchar «los anuncios importantes» comenzaron a twittear y a escribir en internet los posibles discursos del presidente. «Anuncio medios de comunicación libres», pedían algunos, «perseguiremos a todos los corruptos», escribían otros, aunque los mensajes se mezclaban con peticiones de lo más sarcásticas.
Las protestas han dejado un número indeterminado de muertos que oscila entre la treintena del Gobierno con los más de 170 que cuentan diversas organizaciones de derechos humanos. Los grupos opositores acusan a las fuerzas de seguridad de ser responsables de esta represión, pero el Gobierno sostiene que los disturbios fueron causados por «bandas armadas» y radicales islámicos.

«Brutal represión»

Ayer también una ONG informó a los medios de cuatro nuevas detenciones, esta vez de abogados que apoyan las protestas tanto en Damasco como en Deraa, ciudad que se ha convertido en el epicentro de las protestas. Y EE UU volvió a criticar al régimen de Asad, esta vez a través de su secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, quien condenó firmemente la «brutal represión» que está llevando a cabo el Gobierno de Asad contra las manifestaciones en Siria para pedir reformas.


Dos semanas de violencia
15 de marzo: Miles de personas se concentran en las principales ciudades sirias. Es su «Día de la Ira» convocado a través de las redes sociales.
16 de marzo: La Policía detiene a 25 manifestantes en una protesta en Damasco para exigir reformas.
22 de marzo: Las fuerzas de seguridad silencian a tiros una protesta en una mezquita en Deraa. Siete muertos.
25 de marzo
Al menos 20 fallecidos tras una manifestación en Sanamei.
26 de marzo
Liberan a decenas de presos políticos. Protestas en Latakia.
28 de marzo
Nueva marcha en Deraa, donde aumenta a 60 el saldo de muertos.