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El vídeo de boda más chapucero del mundo

Antes de contratar el vídeo de la boda hay que pensárselo muy bien. Si no, que se lo pregunten a una pareja de novios ingleses, Martin Shubrook, de 34 años, y su esposa Heidi, de 29, a los que un cámara ha arruinado el día más importante de sus vidas. El juez le ha condenado a devolverles el dinero, pero se ha declarado en bancarrota.

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Cuenta la pareja de novios que cuando contrataron al cámara para grabar la boda en vídeo les dio mala espina su aspecto desaseado, aunque, por desgracia para ellos, decidieron seguir adelante. Después, les extrañó la excentricidad de que grabara la entrada de los invitados con la cámara sobre el césped. El resultado final superó sus peores expectativas.El vídeo, que ha publicado "The Daily Telegraph", dura apenas un minuto y medio y, desde luego, no tiene desperdicio. La película es un cúmulo de despropósitos, rayando la comicidad en algunos momentos.La cosa empieza a torcerse desde la escena inicial, un primer plano del césped y los zapatos de una invitada. Ya dentro de la iglesia, con el cámara situada en el lugar de peor visibilidad de todo el templo, el protagonismo se lo disputan la espalda del cura y la del fotógrafo, que rara vez dejan adivinar la presencia de los contrayentes.Y aún hay más. Tras el paso fugaz de los novios llega el momento del convite, con otra sucesión de anchas espaldas de invitados, la imagen de una novia cargando regalos, más espaldas, más regalos, una silla al fondo, y más espaldas, alguna que otra felicitación y, por supuesto, más espaldas. Ni el "sí quiero", ni los anillos, ni la salida de la iglesia, ni la tarta, ni el brindis, ni los discursos. Nada de nada.Una lista de invitados de boda con alguna sorpresaComo remate, según los novios, en el vídeo aparecen incluso algunos que ni siquiera eran invitados a la boda. Presa de la indignación, la pareja llevó ante los tribunales al autor, Clayton Bennett, a quien un juez de Durham le ordenó devolver las 350 libras que había cobrado por su trabajo, más 250 por las molestias causadas y las costas del juicio.Pero ni en esto tuvieron suerte Martin y Heidi: el cámara aseguró estar en bancarrota, un argumento que a buen seguro avala su trabajo, por lo que pidió pagar la multa de 20 en 20 libras. Los novios no han visto aún un solo billete, pese a que la ceremonia se celebró en julio de 2009.Al parecer, lo que ocurrió aquel día no fue por casualidad. "Bennet no solo iba mal vestido, sino que desapareció la mayor parte del tiempo. Por eso no ha sacado nada de lo importante", se lamenta ahora el novio.