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De Guindos pide a Cataluña una actitud de «diálogo» y de «sumar y no restar»

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha pedido hoy al gobierno catalán que mantenga una actitud de "diálogo"y de "sumar y no restar"para que España pueda hacer frente al principal reto que afronta, y que no es otro que la superación de la crisis económica y financiera.

De Guindos, que esta tarde participa en la sede de La Caixa un nuevo encuentro de la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País, ha explicado, en declaraciones a la prensa, que uno de los factores que más afectan a la difícil situación que vive España desde hace cinco años es la incertidumbre, por lo que la principal tarea de todo gobierno, ha dicho, ha de ser generar certidumbre.

En este contexto, la actitud es fundamental, ha asegurado De Guindos al ser preguntado sobre el debate soberanista abierto en Cataluña por el gobierno de CiU.

"La actitud de diálogo, la actitud de sumar y no restar, de multiplicar y no dividir, la actitud de aunar esfuerzos es fundamental en unos momentos en los que empresas, consumidores, ciudadanos y trabajadores necesitan certidumbre", ha manifestado.

El ministro se ha mostrado convencido de que Cataluña "va a tener esta actitud", porque es esta actitud, ha apostillado, "la que acabará sacándonos a todos de la crisis económica".

"Lo que hay que hacer es generar certidumbre en un momento de enorme incertidumbre", ha subrayado.

Sobre la creación del "banco malo", denominado Sareb, el titular de Economía ha comentado que va a facilitar el saneamiento de las entidades financieras españolas, especialmente de aquellas que han recibido ayudas públicas.

"Se sanean y se acaban las dudas sobre una serie de instituciones que tenían problemas. Hemos hecho un ejercicio de transparencia, de claridad, que no tiene parangón en Europa desde el punto de vista del sistema financiero", ha afirmado.

Este "banco malo"empezará a operar en diciembre con cerca de 45.000 millones de euros en activos tóxicos aportados por las entidades en manos del Estado, que se los venderá con un descuento medio del 63 % para garantizar a quien invierta en la sociedad una rentabilidad futura de al menos el 14 %