Italia

Honor y sufrimiento

La Selección tuvo dificultades ante Croacia y ambos equipos dieron una lección de ética: ni rastro del 2-2

La Razón
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MADRID- Los aficionados croatas y españoles se hermanaron en la previa del partido y cantaban por las calles de Gdansk: «2-2, adiós Italia». Bien diferente fue lo que sucedió en el campo. No hubo lugar a dudas. Ni rastro del 2-2 que clasificaba a ambas. Nada de pactar un resultado; e Italia, tan feliz, ya que finalmente se metió en cuartos como segunda de grupo. Fue una demostración de juego limpio, al igual que una muestra de temple lo que sucedió sobre el césped. Croacia ofreció todas sus cualidades: combinó muy bien el esfuerzo físico y la calidad. Siempre ha sido un equipo anárquico, pero con Bilic ha encontrado el orden. Había un rival serio, para los que daban el partido por ganado antes de jugar. España controló sin llegada en la primera mitad. Tuvo mucho la pelota, la amasó de un lado al otro sin encontrar un resquicio por el que entrar. Croacia jugó con eso. Quería desquiciar a su rival y nunca se fue en busca del gol de forma alocada. Si hubiera encajado un tanto pronto, su plan se habría hecho añicos, pero el tiempo jugó a su favor. Modric pudo romper el duelo en la segunda parte con sus apariciones y sus pases. Pero España no perdió los nervios. Sabe competir y aguantó el tirón para sentenciar cuando encontró más espacios, y ya con todos los pequeños sobre el césped.

 

LA CLAVE
No perder la calma

España disputó un encuentro bastante parecido a los del Mundial. De hecho, acabó 1-0, lo mismo que la mayoría de partidos en Suráfrica. Tuvo mucho control y poca llegada porque el rival lo tenía muy estudiado y supo replegarse. La Selección únicamente estuvo descontrolada y algo rota durante diez minutos, al comienzo de la segunda mitad, pero supo volver a tomar el mando poco después para acabar imponiéndose. En los momentos en los que fallaba años atrás, ahora mantiene la calma.

 

LOS ENTRENADORES
Bilic preparó muy bien el encuentro
Detrás del partido que jugó Croacia se vio la mano de su técnico. Bilic dispuso dos líneas de cuatro jugadores que esperaban bien juntos atrás el avance de España. Cuando la pelota llegaba a un costado, allí presionaban con más fuerza para recuperar la pelota. Fueron muy duros sin llegar a la violencia. Les faltó presencia en ataque en la primera parte, pero eso lo dejaron para la segunda. No se volvieron locos en ningún momento y llegaron a inquietar a España y a Casillas, pero fallaron sus oportunidades.

Del Bosque fue fiela los «bajitos»
El seleccionador español repitió el mismo equipo que en el duelo contra Irlanda, con Torres como delantero centro, pero cuando tuvo que buscar soluciones recurrió a los pequeños. El seleccionador español, si «muere», lo hará con sus ideas. Primero entró Navas, que dio frescura a la Selección por la banda derecha y dejó a Silva como nueve falso. Después fue Fàbregas el que ingresó en el campo. Cesc dio el pase que rompió la defensa y que acabó en el tanto de Navas. Negredo debutó en la «Euro», pero sólo jugó unos minutos.