España
El invierno demográfico pone en peligro el futuro de las pensiones
La supresión de ayudas a la familia coincide con el descenso de la natalidad y el frenazo brusco de la inmigración.
Los trabajadores españoles tienen un futuro muy negro. A la inestabilidad del mercado laboral hay que añadir la fragilidad del sistema de pensiones, que deberá reinventarse en los próximos años para poder sobrevivir debido al invierno demográfico que se instalará en España durante los próximos diez años.
Así lo refleja la proyección de la Población de España a Corto Plazo 2010-2020, hecha pública ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El estudio defiende que el año pasado se abrió un periodo de continuo descenso del número de nacimientos, tras el máximo de 2008 (518.503), determinado por la estructura de la pirámide de población, en la que el número de mujeres fértiles es cada vez menor. Este dato no va a ser suplido por el aumento del número medio de hijos por mujer que pasará del 1,4 de 2009 al 1,51 de 2020. Esta tendencia no se verá favorecida por la crisis económica y la inexistencia de políticas sociales suficientes de apoyo a la familia ni por la reforma de la Ley del Aborto aprobada recientemente.
La esperanza de vida al nacimiento sigue en líneas ascendente y se incrementará hasta los 80,1 años en el caso de los varones y hasta los 86,1 en las mujeres. Al mismo tiempo, la esperanza de vida de las personas que cumplan los 65 años mejorará 19,1 años en los varones y 23,1 en las mujeres en la próxima década.
Según el INE, el envejecimiento de la sociedad provocará una reducción de personas en edad de trabajar (de 16 a 64 años) de casi medio millón de efectivos (1,6%), mientras que los mayores de 64 aumentarán un 17,1 por ciento hasta alcanzar el 19,2 por ciento de la población. Estos preocupantes datos ponen en peligro el actual sistema de pensiones porque aumentan los jubilados y descienden las personas que pueden cotizar a la Seguridad Social.
A esta realidad hay que añadir el brusco frenazo de la inmigración. En 2010, los extranjeros llegados a España estarán entorno a los 460.000, una cifra inferior a la de 2009 y que supone una reducción del 54,4 respecto al millón de no nacionales que llegaron en 2007.
A nivel global, la población residente en España en 2020 será de 47 millones, con tasas anuales inferiores al 0,35 por ciento. Con ello, en la próxima década habrá 1,2 millones de personas más, con un crecimiento anual de 124.591 habitantes, muy inferior a los 593.931 de los últimos diez años.
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