Sao Paulo

El Gobierno también pone condiciones

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MADrID- El Gobierno tiene que guardarse cartas en la dura negociación con la Unión Europea que ni empieza ni termina con el memorándum que regulará la inyección de fondos en el sector financiero. Una inyección que Rajoy volvió a exigir en Sao Paulo, «lo antes posible» como paso «imprescindible para la recuperación de la economía española». Pero una de esas cartas son los futuros recortes y ajustes que desde las instituciones comunitarias y desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) le han señalado ya como camino bajo el rótulo, tan políticamente correcto, de «recomendaciones».

Hasta ahora el Ejecutivo ha hecho como que no concedía importancia a esos ajustes. Se ha limitado a decir que los tenía en cuenta, pero en ningún momento ha trasladado la sensación de que se sentía afectado por la urgencia en la que desde fuera los han envuelto. Pura estrategia, según explican en Moncloa. «Hay que marcar los tiempos y guardarse cartuchos. Si ya les damos la subida del IVA, al minuto siguiente nos exigirán otra cosa», comentan informalmente. Por tanto, el Ejecutivo es consciente de que en los próximos meses tendrá que seguir adoptando impopulares decisiones y que su margen para saltarse la hoja de ruta que le señalan desde Bruselas es muy escaso. Pero se resistirá todo lo que se pueda para intentar que esos nuevos ajustes sirvan como moneda de intercambio en la negociación.

En este primer asalto, el Gobierno se daría con un canto en los dientes si consiguiese que la comunidad internacional interiorizase el mensaje de que España tiene encaminada la resolución de su problema con el rescate financiero. En contra de ese objetivo pesa que en Bruselas tienen perfectamente identificados los otros agujeros de nuestra economía: el déficit en la Seguridad Social que obliga a acelerar «determinadas decisiones» para garantizar la viabilidad del sistema de pensiones en un futuro a medio plazo; el déficit de las eléctricas; o el inviable gasto del modelo autonómico.

«Si nos obligan a arreglar todos los problemas a la vez iremos a la quiebra, con las consecuencias que de ello se derivan. Bruselas debe ser consciente de que no nos puede exigir lo que es imposible hacer, y que sólo con tiempo se puede poner todo en orden», sostienen desde el Gobierno. Madrid también está exigiendo a Bruselas más contundencia en la respuesta a los rumores que cada día propagan «fuentes comunitarias» y que tienen «un efecto devastador» en la presión sobre la deuda soberana.

Hoy Rajoy participará en la «cumbre del crecimiento» de Roma, a la que asisten la canciller alemana, Ángela Merkel; el presidente francés, François Hollande; y el primer ministro italiano, Mario Monti. Por supuesto que en la agenda estará la compra de deuda en los mercados secundarios, propuesta que Monti planteó en la reunión del G-20. El Gobierno italiano ha bautizado como «escudo antiprima de riesgo» esta iniciativa que puede ayudar, a países que, a pesar de acometer reformas para sanear sus cuentas públicas, siguen en el punto de mira de la especulación, informa Efe.

Merkel ha hecho un guiño a la iniciativa, pero sin llegar a comprometerse con ella. El miércoles dijo que sí «existe la posibilidad» de comprar deuda en el mercado secundario, aunque de momento eso es algo «puramente teórico». En la reunión a cuatro de hoy también se hablará de unión financiera y fiscal en la eurozona.

 

Rajoy: «La auditoría es creíble y certera»
Mariano Rajoy defendió ayer en Sao Paulo que los informes hechos públicos sobre la situación de la banca son un «paso decisivo en la buena dirección» porque suponen «un diagnóstico certero y creíble» y acotan las necesidades de capital «en márgenes manejables». Asimisimo, aseguró que son un «ejercicio de transparencia sin precedentes» y confirman que las reformas aplicadas en el sector financiero «eran necesarias».