Eurogrupo
Recuperar peso en Europa
Una decena larga de jefes de Estado, primeros ministros y dirigentes pertenecientes al Partido Popular Europeo ha solicitado mantener un encuentro bilateral con el próximo presidente del Gobierno de España durante la celebración del 20º Congreso del PPE, previo a la decisiva cumbre comunitaria del viernes. Este hecho demuestra no sólo la relevancia fuera de nuestras fronteras del cambio político que representa Mariano Rajoy, sino también el papel determinante que entienden nuestros socios está llamada a desempeñar España en esta nueva etapa como cuarta economía de la eurozona. Los contactos permanentes de los líderes europeos con Rajoy desde la victoria electoral han revelado una corriente de confianza en sus planes económicos que también se ha traducido en una relajación de la presión de los mercados. Rajoy quiere que España tenga más influencia e interlocución en la Unión y que deje atrás un tiempo de declive con los gobiernos socialistas. Tiene la experiencia suficiente para entender la trascendencia de articular las alianzas necesarias con el núcleo del poder comunitario y, en ese sentido, sus próximas citas con Sarkozy y Merkel en el cónclave de los populares europeos deben servir para consolidar un entendimiento y una conjunción de intereses desde diagnósticos comunes de rigor, disciplina y Europa. Ante esos retos clave, creemos muy significativas las conclusiones de la encuesta de NC Report para LA RAZÓN: respaldo de los españoles al liderazgo de Rajoy y al proyecto colectivo que representa Europa. Una mayoría de los ciudadanos (43,4%) confía en el nuevo gobierno del Partido Popular para que España consiga más peso en el continente. Es un apoyo que se repite en todos los segmentos de edad. Igualmente reseñable es el convencimiento de que la salida del túnel sólo podrá llegar con más y mejor Europa, pese a las reticencias sobre la canciller alemana, de la que el 85% de los encuestados cree que piensa más en el interés de su país que en el del resto de la UE. Más allá de Merkel, siete de cada diez españoles admiten que la próxima cumbre será vital para la Unión y abogan por un gobierno económico europeo. Prácticamente el mismo porcentaje refrenda los ajustes y la disciplina fiscal pese a su elevado coste social, lo que no sólo supone un síntoma de madurez social extraordinario, sino también un mandato explícito a los gobiernos para que se persevere en la única política que a la larga debe procurar estabilidad y recuperación. Pero además, en esa línea de concienciación encomiable, más del 65% de los españoles se muestra dispuesto a sacrificar soberanía nacional para ganar eficacia y rigor, al tiempo que respalda la fijación de sanciones automáticas a los países incumplidores. Lo dicho, más y mejor Europa.
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