Caso Auditorio
El consejero señala a la hija del delegado del Gobierno como instigadora de la paliza
El consejero de Cultura y Turismo de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Pedro Alberto Cruz, señaló ayer con meridiana claridad que dos políticas del Partido Socialista murciano tuvieron relación directa en crear el ambiente social propicio que derivó en la brutal paliza que sufrió el consejero de Valcárcel el sábado.
Cruz corresponsabilizó de su tremenda agresión a la candidata a la presidencia del Gobierno murciano por el PSOE, Begoña García Retegui, y la diputada socialista por Murcia, María González Veracruz, a la sazón hija del delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar, aquel que los miembros del PP señalan como lamentable protagonista de los ataques contra los populares por no diseñar debidamente un plan de seguridad. Para el consejero murciano, Retegui y González Veracruz son culpables de instigar y crear un ambiente irreal en torno a su figura pública. Así, el responsable de Cultura murciano denunció ayer la estrategia que estuvo utilizando el PSOE en la Región denominándolo como el «sobrinísimo» de Valcárcel (cuando en realidad esto es falso, puesto que su parentesco es ser hijo del primo de la mujer del presidente). El consejero de Cultura, según ha sabido LA RAZÓN, interpeló a la candidata socialista, García Retegui, que por qué seguía refiriéndose a él como «sobrinísimo» cuando tenía perfecta seguridad de que no era cierto. Ella le respondió que lo sabía pero que todo el mundo lo dice y ellos lo van a seguir haciendo porque «es lo que vende». Cruz calificó esta postura como «absolutamente escandalosa».
El consejero apuntó a González Veracruz como otra instigadora por publicar en un diario la víspera de la paliza un artículo en el que reprochaba el «despilfarro» de la Consejería de Cruz por subvencionar el equipo de Fórmula 1 Hispania Racing Team, algo que la socialista sabe que es mentira según explicó el consejero.
Mientras, todo hace presagiar que las protestas sindicales seguirán derivando en el lanzamiento indiscriminado de huevos y naranjas podridas contra el portal del domicilio del presidente murciano. Y es que la Delegación del Gobierno no adoptó ayer las medidas a su alcance para impedirlo y desoyó la petición realizada por el Ayuntamiento de Murcia y la Consejería de Justicia.
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