Manifestación

Medio centenar de personas acampan en los alrededores del Congreso

Medio centenar de personas permanecen acampadas en las inmediaciones del Congreso de los Diputados, concretamente en la confluencia de la Plaza de Cánovas de Castillo y la Carrera de San Jerónimo, que está cortada al tráfico.

Aunque el movimiento 15M acordó disolver las acampadas el pasado fin de semana, en los alrededores de la Cámara Baja han permanecido un grupo de 'indignados' desde el pasado domingo, cuando parte del colectivo decidió plantar sus tiendas en el cercano Paseo del Prado, tras la manifestación que recorrió el centro de la capital.

Pasadas las once y media la mañana de este martes, en la Carrera de San Jerónimo se contaban un total de seis furgones policiales: tres en la confluencia con la Plaza de Neptuno, uno en la esquina con la calle Marqués de Cubas y otros dos en la esquina con la calle Cedaceros, donde hay otro acceso al complejo parlamentario, junto al que aún puede verse una tienda de campaña.

Este dispositivo es bastante menor al que se ha desplegado para proteger el Congreso en ocasiones anteriores en previsión de que seguidores del Movimiento 15M decidieran protestar ante la Cámara Baja.

Todo el tramo de la Carrera de San Jerónimo entre Cedaceros y Neptuno está cortado al tráfico, aunque la mayoría de los viandantes pueden circular sin problemas e incluso algunas personas disfrutan de las dos terrazas que hay en la zona.

FORCEJEO CON LA POLICIA

Pasadas las once y media de la mañana, un joven ataviado con vaqueros y camisa de cuadros, reavivó la protesta tras lograr lanzar al aire el ejemplar de un periódico ante un grupo de unos 20 policías que contemplaron impávidos la escena. El hombre, que había atravesado sin problemas las vallas que separan la Plaza de Neptuno de la Carrera de San Jerónimo, volvió después a concentrarse con los acampados, que le recibieron con aplausos y corearon al unísono 'Con camisa sí se pasa'.

Sin embargo, poco después se produjo un enfrentamiento entre algunos de los jóvenes que se manifestaban en la zona y los agentes de la Policía Nacional que forman parte del dispositivo desplegado alrededor del Congreso.

Tras algunos forcejeos, los policías volvieron a colocar la valla que habían apartado en uno de los laterales para facilitar el paso de viandantes. Ninguno de ellos respondió a las provocaciones de gran parte de los manifestantes que entre gritos de 'Estas son nuestras armas' o 'ellos son los violentos', les dedicaron insultos como 'nazis', 'asesinos' y 'maltratadores'.