Los «Bonnie & Clyde» de los cementerios

MADRID- Hay delincuentes que no entienden del respeto a las personas fallecidas y se atreven a delinquir en lugares sagrados para los que tienen a un ser querido enterrado. La Policía Municipal detuvo el pasado viernes a una pareja de etnia gitana –una mujer de 26 años y un hombre de 32, ambos de nacionalidad española– que se dedicaba a llevarse cobre, aluminio, acero, bronce y otros materiales de cementerios.

Sin ningún reparo, lo arrancaban de lápidas u ornamentos como cristos y vírgenes.

Según fuentes municipales, la denominada «operación Santo» ha llevado a la detención de estas dos personas, acusadas de varios robos en diferentes cementerios de la capital. Se los considera los cabecillas de una banda organizada que se da por desarticulada, y de la que no se descarta detener a más miembros próximamente. Este grupo solía robar durante las visitas de los ciudadanos a sus allegados fallecidos o en la celebración de los entierros, momentos que aprovechaban incluso para romper las ventanas de los vehículos y extraer los objetos del interior. También robaban la ornamentación de las tumbas y féretros, que posteriormente vendían al peso en distintas chatarrerías, cuyos propietarios actuaban de receptadores.

La operación, desarrollada en diferentes fases, culminó el pasado viernes con la detención de esta pareja, practicada por la Unidad Integral de Distrito de Carabanchel. Además de las piezas robadas, se han recuperado las herramientas utilizadas para la perpetración de los delitos, como palanquetas, barras de hierro y llaves de bujía. De los cementerios, los ladrones se habían llevado –y aún no habían vendido– dos cristos de bronce de un metro de longitud, imágenes de la virgen también en bronce, varias cruces y más de 50 argollas con asas labradas.

El Ayuntamiento de Madrid ha destacado que con esta operación la Policía Municipal pretende normalizar la seguridad de los camposantos y devolver la tranquilidad a quienes los visitan.

La última vez que se tuvo conocimiento de uno de estos robos fue el pasado 24 de noviembre, cuando cuatro personas fueron arrestadas por robo de crucifijos de las lápidas del cementerio de Vicálvaro. Los detenidos habían sustraído al menos catorce crucifijos y causaron graves daños en varias tumbas. Fuentes policiales advierten de que, además de reforzar la vigilancia en los camposantos, la pieza fundamental para que este tipo de robos tengan éxito son las chatarrerías que compran objetos robados.