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China quiere mejorar sus relaciones con el Vaticano

China dijo hoy que quiere mejorar sus relaciones con el Vaticano, con el que rompió vínculos en 1951, en asuntos como la ordenación de obispos, uno de los aspectos de mayor tensión entre Roma y Pekín, aunque ha habido algunos acuerdos.

"China es sincera sobre su mejora de relaciones con el Vaticano y nos gustaría que dichas relaciones se llevaran a cabo de acuerdo a una serie de principios", señaló en rueda de prensa Hong Lei, portavoz de turno del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, al ser preguntado por una nueva ordenación acordada entre Pekín y Roma.

Hong explicó que en los últimos años, y con el objeto de facilitar la evangelización, China ha ordenado a un grupo de obispos "para promover la buena salud del catolicismo chino".

Aunque muchas de estas ordenaciones han causado tensiones entre ambos estados por no contar con el visto bueno del Papa -figura no reconocida por el Partido Comunista que gobierna China desde 1949-, en los últimos cinco años sí ha habido acuerdos.

Uno de estos nombramientos acordados se concretará mañana, miércoles, con la ordenación de Peter Luo Xuegang como obispo coadjutor de Yibin, en la provincia suroccidental de Sichuan.

La ordenación de Luo contaría con el visto bueno del Papa, según Asia News, una agencia de noticias cercana al Vaticano.

Pero Pekín ha exigido que asista también un obispo que fue nombrado por la Iglesia Católica Patriótica (controlada por el Partido) y excomulgado por el Vaticano, Paul Lei Shiyin, actual presidente de los católicos chinos, según la misma fuente.

El portavoz de la Iglesia Patriótica de China no estaba hoy disponible para confirmar este acuerdo sobre un nombramiento, aunque en ocasiones anteriores señaló a Efe que mantenían un contacto discreto con Roma para nombrar obispos y suavizar así uno de los principales motivos de conflicto entre Pekín y Roma.

El Vaticano y China no mantienen relaciones diplomáticas desde 1951 y, para reanudarlas, Pekín exige que la Santa Sede rompa previamente con Taiwán y no "interfiera"en los asuntos internos chinos.

Según datos oficiales chinos, en el país asiático hay 6 millones de católicos, aunque la cifra real podría ser del doble si se incluye a los católicos que reconocen la autoridad de Roma y que, por este motivo, son considerados clandestinos.

En 2010, el vicepresidente y portavoz de la Iglesia Patriótica Católica de China, Anthony Liu Bainian, señaló que esperaba que durante el pontificado de Benedicto XVI "China y el Vaticano establezcan relaciones".