Bruselas

La UE emprende mañana el último intento para evitar una crisis presupuestaria

El Parlamento Europeo y los Veintisiete se reunirán mañana para intentar pactar las cuentas de la UE para 2011 y evitar en el último minuto la crisis presupuestaria que supondría la falta de acuerdo dentro de los plazos marcados por el Tratado de Lisboa.

La última ronda de conciliación, celebrada el jueves pasado, sólo sirvió para dejar al descubierto las profundas diferencias que separan a las dos partes, ante los llamamientos a la austeridad de los Estados miembros y la demanda de la Eurocámara de abrir el debate sobre nuevas vías de financiación para la Unión Europea.

De no alcanzarse un acuerdo mañana, la UE podría tener serias dificultades para sufragar la plena puesta en marcha del Servicio Europeo de Acción Exterior, las nuevas autoridades de supervisión financiera y el reactor experimental de fusión ITER, así como el envío de ayuda de emergencia ante desastres, según la Comisión.

El comisario europeo de Presupuesto, Janusz Lewandosky alertó el viernes de que una prórroga de las cuentas de 2010 podría acarrear también problemas para financiar las políticas de cohesión, desarrollo rural, seguridad energética y el área de justicia e interior.

En estos momentos, el debate ha superado la discusión de cifras, después de que la Eurocámara introdujera en las conversaciones dos demandas relacionadas con la financiación de la UE: la apertura de un debate sobre nuevas vías de ingresos y la exigencia de jugar un papel decisivo en la negociación del próximo marco plurianual que regirá las prioridades del gasto hasta 2020.

En este sentido, la Eurocámara estaría dispuesta a renunciar a su pretensión de incrementar el presupuesto de 2011 un 6,2% respecto al de 2010 y aceptar el 2,9% propuesto por el Consejo, a cambio de que los Veintisiete accedieran a sus peticiones.

"El Parlamento está preparado para aceptar el modesto incremento de los pagos en el presupuesto para el año que viene propuesto por el Consejo. No estamos pidiendo un euro de más a condición de que se cumplan nuestras expectativas políticas. Confío en que logremos superar estas diferencias", dijo el viernes el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek.

Sin embargo, una minoría de países encabezada por Reino Unido, Holanda, Dinamarca, Suecia y Finlandia se negó tan siquiera a discutir las peticiones de los eurodiputados para evitar mezclar ambos debates, con el argumento de que el Tratado de Lisboa no otorga competencias al Parlamento en esas materias.

En cambio, tanto la Eurocámara como la Comisión interpretan que el Tratado de Lisboa sí contempla un papel para los eurodiputados en estas discusiones relacionadas con la financiación de la UE a largo plazo.

"Esto va de implementar el Tratado de Lisboa. En lo que nos estamos basando es en el Tratado de Lisboa. Estamos desarrollando tres artículos en el tratado destinados a modelar el modelo de cooperación entre el Consejo y el Parlamento sobre las finanzas futuras de la UE", dijo el viernes Lewandosky.

Fuentes parlamentarias confiaron en que la presidencia belga de turno haya logrado ablandar la resistencia del grupo de países "duros"durante el fin de semana, con objeto de poder alcanzar un acuerdo mañana.

Las cuentas de 2011 son las primeras debatidas tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, que iguala los poderes del PE y los Veintisiete en la negociación, por lo que es difícil predecir los pasos que seguirán en caso de no lograrse un acuerdo.

Preguntado por la posibilidad de que los líderes de la UE alcancen un acuerdo "in extremis"durante la cumbre de diciembre, Lewandosky dijo: "No me arriesgaría a llevar el presupuesto en la agenda. Tenemos que trabajar para lograr un escenario mejor".

Según lo establecido por el tratado, si no hay acuerdo en el plazo establecido, la Comisión deberá elaborar un nuevo borrador de presupuesto, que servirá de base para una nueva negociación entre el Consejo y el Parlamento. 

Sin embargo, dado lo ajustado de los plazos, es probable que sea necesario prorrogar las cuentas de 2010 al menos en los primeros meses del ejercicio mediante el sistema conocido como las "doceavas partes", que permite un gasto mensual de hasta una doceava parte del presupuesto del período anterior.