Elecciones en Reino Unido

Clegg intenta relanzar su liderazgo

Los liberal demócratas dejan de ser la tercera fuerza en Reino Unido

El objetivo de Clegg es movilizar a los militantes desencantados por su gestión con Cameron
El objetivo de Clegg es movilizar a los militantes desencantados por su gestión con Cameronlarazon

Londres- Hubo un tiempo en el que Nick Clegg fue comparado con el mismísimo Winston Churchill. Los líderes de los principales partidos se lo rifaban para poder formar coalición y sus filas le adoraban por haber conseguido que la voz de los Liberal Demócratas, al fin, se tomara en serio en Westminster. Pero en política, ya lo dijo Harold Nicolson, una semana es un mundo, y hoy queda poco, por no decir nada, de aquel éxito efímero. La popularidad de Clegg es ahora más baja que la de los peores días de Gordon Brown, el hombre de quien pidió la cabeza para plantearse un acuerdo con los laboristas tras las elecciones de 2010. Finalmente, optó por irse con los «tories» y fue el principio del fin. Romper sus promesas electorales para conseguir que George Osborne elimine el déficit estructural al final de la legislatura, algo cada día más complicado, le está pasando factura, por lo que esta semana se enfrenta a la difícil tarea de demostrar a los suyos que sigue siendo aquel hombre que despertó tantas ilusiones.

Los liberal demócratas celebran su congreso anual en Brighton y, pese a que su líder recalcó ayer que aún queda todo el segundo tiempo del partido (los próximos comicios no serán hasta 2015), en las gradas los ánimos están de capa caída. La encuesta publicada ayer por «The Sunday Times» les ponía como cuarta fuerza política, por detrás de los laboristas, los conservadores y los antieuropeos del Ukip. Además, Richard Reeves, que hasta hace tan sólo unos días fue su director de campaña, recalcó que los recortes del Gobierno han sido demasiados y quizá los culpables de meter al país en una doble recesión que está resultando demasiado larga. Si al menos todas las medidas que se están llevando a cabo hubieran conseguido una recuperación económica, la situación de Clegg no sería tan crítica. Pero no es el caso y ahora muchas voces de sus propias filas se plantean si es adecuado mantenerlo como líder en la próxima cita electoral. Clegg prometió ayer subir los impuestos a los ricos. Sin duda, son pasos que le alejan cada vez más de sus socios de coalición, pero que tiene que tomar para recuperar la confianza entre los suyos.

 

El vídeo de la polémica
Para allanarse el camino antes del Congreso, Clegg decidió grabar un video en el que pedía perdón por romper su promesa electoral y haber subido las tasas universitarias. El problema es que el vídeo se ha manipulado en la red y se ha transformado en un videoclip ridiculizando al político liberal.