La «cenicienta» y su final feliz (1-1)

«En cinco años jamás he perdido la fe en este equipo». La perseverancia de Ricki Herbert, entrenador de Nueva Zelanda, tuvo en el tiempo de prolongación el premio de un punto, el primero en una fase final del Mundial y valorado en su justa medida por la selección con el peor ránking FIFA de todos los participantes en Suráfrica: «Estamos muy orgullosos. Es el mejor resultado de nuestra historia», abundó el técnico, integrante con apenas 21 añitos de aquellos «All Whites» que se pasearon por España 82. El héroe «kiwi» es ahora Winston Reid, quien en el minuto 93 cabeceó a la red un servicio desde la izquierda de Smeltz en la mejor ocasión de todo el partido.Una «tragedia», en palabras del preparador de Eslovaquia, Vladimir Weiss, sin apenas argumentos para explicar la pérdida de dos puntos que a falta de segundos para la conclusión de la contienda hacían perfecto el debut del combinado centroeuropeo en una cita mundialista. Su fútbol ordenado, sin estridencias, pero con criterio, parecía suficiente ante las limitaciones de su adversario. Pero sólo lo parecía. El fútbol es grande por estas circunstancias, de las que sacó partido la «cenicienta» de Suráfrica cuando nadie contaba con ella en un Grupo F –con Italia y Paraguay– igualado ahora a todo: puntos y goles. Al principio, el juego algo más elaborado de Eslovaquia se encontró con una selección de Nueva Zelanda muy motivada y con un juego muy intenso con el que propició un inicio de partido equilibrado. Preocupados por no perder la pelota, la hacían rodar con posesiones muy largas, pero sin apenas profundidad y los porteros no llegaban a tocar la pelota más que en acciones esporádicas. Hasta que en el minuto 27, en una acción bien trenzada que condujo Weiss, Eslovaquia tuvo la primera ocasión clara.Sólo en los minutos finales del primer periodo se soltaron un poco ambos conjuntos, pero el partido llegó a su ecuador sin fútbol ni goles.Sin embargo, un cabezazo de Vittek tras la asistencia desde la derecha de Sestak desequilibró el marcador a favor de Eslovaquia al principio del segundo periodo, justo cuando la selección europea había empezado a mostrarse superior a la de Oceanía.Nueva Zelanda estuvo a partir de entonces más pendiente de no descomponerse y recibir un segundo gol que sería definitivo que de buscar con insistencia el empate, por lo que el equipo eslovaco, ante la falta de presión de su rival, se sintió cómodo para buscar el empate al contragolpe.Se veía más cerca el segundo tanto visitante que el empate de una ineficaz Nueva Zelanda, pero éste no llegó y el choque parecía decaer sin más opción para el equipo que perdía que la de un cabezazo desviado de Smeltz. Sin embargo, en la única ocasión cla- ra para los blancos, Reid se elevó entre los centrales y cabeceó el balón ante la desolación eslovaca y la euforia de los «kiwis». Ficha técnica 1 - Nueva Zelanda: Paston, Reid, Nelsen, Vicelich (Christie, m.78), Smith, Lochhead, Bertos, Elliot, Fallon, Killen (Wood, m.72) y Smeltz. 1 - Eslovaquia: Mucha, Zabavnik, Durica, Skrtel, Cech, Strba, Weiss (Kucka, m.90+), Hamsik, Jendrisek, Sestak (Holosko, m.81) y Vittek (Stoch, m.85). Goles: 0-1, m.50: Vittek. 1-1, m.90+: Reid Árbitro: Jerome Damon (Sudáfrica). Amonestó a los neozelandeses Lochhead y Reid y al eslovaco Strba Incidencias: partido disputado en el estadio Royal Bakofeng de Rustenburgo, a 140 kilómetros de Johannesburgo. Seis grados de temperatura al inicio del partido y mucho viento. Terreno de juego en buenas condiciones.