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Los presidentes autonómicos defenderán el Corredor ante la pasividad del Gobierno

Los representantes regionales comenzarán el miércoles su ronda de contactos

El eje ferroviario por el Mediterráneo facilitaría el transporte de mercancías entre Europa y África
El eje ferroviario por el Mediterráneo facilitaría el transporte de mercancías entre Europa y Áfricalarazon

MURCIA- Los presidentes autonómicos de la Región de Murcia, Comunidad Valenciana, Cataluña y Baleares celebrarán el próximo 21 de septiembre en Bruselas una cumbre de apoyo al proyecto ferroviario del Corredor Mediterráneo, que marcará el inicio de la ronda de contactos europeos «al más alto nivel». Esta cumbre es el resultado de las reuniones, que durante la semana pasada, se celebraron en Barcelona y Palma de Mallorca, hasta donde se desplazaron Ramón Luis Valcárcel y Alberto Fabra, los mayores impulsores de esta iniciativa.
Y es que, los jefes autonómicos, tras la pasividad mostrada por del ministro de Fomento, José Blanco, al que solicitaron en múltiples ocasiones que defendiera en Bruselas esta infraestructura ferroviaria por la trascendencia que tendría para España y para la propia Europa, finalmente han tenido que ser los propios presidentes del Mediterráneo quienes, tras sumar fuerzas, trasladarán el miércoles a la Unión Europea la importancia de que el Corredor Mediterráneo forme parte de la Red Transeuropea.
Ante la inacción del Gobierno central al respecto e incluso, ante la falta de rigor a la hora de apostar por esta infraestructura, ya que Blanco un día cree que la mejor opción es la que va desde Cataluña a Madrid y, de ahí a Oporto, o bien, dos días después el ministro realiza unas declaraciones en las que asegura que la construcción del corredor debería transcurrir por las regiones del norte de España, los jefes autonómicos han concertado un encuentro con el presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, para convencerle de que dé su apoyo al Corredor Mediterráneo. Y es que, la proximidad de la fecha en la que la Unión Europea decidirá si respalda o no esta infraestructura, y la impasibilidad del Gobierno de España, es lo que ha provocado que tengan que ser los propios presidentes los que se trasladen a Bruselas.