Estreno
Cómprate un Oscar
Dicen que dinero y éxito ponen de manifiesto el yo verdadero. Ergo, no nos cambia, más bien pone al descubierto quiénes en verdad somos. ¿Son incompatibles éxito y felicidad? No necesariamente. Cada uno decide cómo gestiona fama, dinero, éxito y popularidad, en qué se convierten y cómo relacionarse con aquellos. Unos tratan su don como una maldición –amargándose la existencia–. Otros, «lo sacan a pasear», y disfrutan de sus talentos. Mejor averiguar la definición personal de «triunfo», su significado y repercusión en nuestro ser. Para algunos es más fácil proyectarse en el éxito de otro que asumir el propio. A peor autoestima, mayor identificación con un «ídolo» (fanatismo redilero): el idolatrado recibe el peso de la proyección (admiración) y, dependiendo de la fortaleza o debilidad de su autoestima (sentido de identidad propia), así lo vivirá. Cuando el éxito se sube a la cabeza marea, crea prepotencia y tontería. Mejor triunfar como ser humano, llevarlo con humildad, elegancia, y no permitir que nos suban a pedestal alguno sin nuestro consentimiento.
Cómprate un Oscar y diviértete triunfando cada día. No renuncies a ti ni a tu felicidad por un éxito al estilo del CdR (Club del Redil). Respeta tus principios y toma nota de las necesidades de tu alma. Tu éxito es tuyo. Ponte las alas cuando la vida te dé calabazas. Y oscarízate a tu manera.
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