Mingote: «Estoy muy viejecito para pecar»

–¿Qué odia del verano?
–El aire acondicionado.
–¿Qué desea olvidar en las vacaciones?
–Nada. Ya me olvido de demasiadas cosas sin querer como para olvidar algo queriendo.
–Forme tertulia para tomar unas cañas.
–Alfonso Ussía y usted.
–¿Qué castigo impondría a los que abandonan a sus perros?
–Soy muy primitivo para eso. Me viene a la mente la horca, pero eso es excesivo. Los abandonaría en un lugar recóndito e inhóspito.
–¿Sabe por qué después de las vacaciones aumentan los divorcios?
–Porque se convive más y se descubre a las amigas de tu mujer en bikini.
–¿La agencia Moody's calificaría sus vacaciones como...?
–No las calificaría. A mí no me puede fastidiar.
–¿Necesita que le rescaten de...?
–No me dejo rescatar de nada.
–¿Qué estupidez hace en verano que no hace nunca en invierno?
–Hago muchas estupideces en todas las estaciones sin distinción.
–¿En las costas deberían alertar de la presencia de tiburones financieros?
–No están en las costas, sino en los grandes despachos.
–¿De qué peca más en estos días?
–Ya estoy muy viejecito para pecar. Hay que tener muchas ganas y fuerzas para pecar a mi edad. Ya sólo puedo pecar de pereza.
–¿Qué aventura le gustaría vivir y no se atreve?
–Ya no pienso en aventuras.
–¿La prima de riesgo es la que nos incita a la lujuria?
–Puede ser. Pizarro me explicó muy bien lo que era, pero no le entendí nada y además no me acuerdo.
–¿Qué hay más feo que un paisaje de barrigas colgantes?
–Casi nada. La falta de pudor y de estética es lamentable.
–¿Prefiere elecciones o erecciones?
–Me temo que tendré que conformarme con las elecciones.
–¿La deuda soberana se produce cuando el Rey no puede pagar las cañas porque no lleva suelto?
–Ja, ja, ja. Si se lo cuenta usted al Rey seguro que se parte de la risa...