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Medio siglo al lado de los más desfavorecidos
Católica y española, Manos Unidas, la ong premiada hoy con el Príncipe de Asturias a la Concordia, suma ya medio siglo de lucha contra el subdesarrollo, la enfermedad, la opresión, el hambre y la falta de instrucción en el Tercer Mundo, un combate para el que ha contado con decenas de miles de voluntarios.
Más de seis mil personalidades de todos los ámbitos sociales -la cultura, el deporte, la música, la política,...-, además de misioneros, obispos y superiores de comunidades religiosas de todo el mundo, han estado detrás de la candidatura de Manos Unidas a unos premios de gran prestigio internacional y que este año cumplen su trigésima edición.
Surgida en 1960 al amparo de la primera campaña contra el hambre que se organizó en España, por iniciativa de un grupo de mujeres de Ación Católica Española y en respuesta a una llamada de la FAO a nivel mundial, Manos Unidas se ha convertido, tras cinco décadas de historia, en una de las organizaciones no gubernamentales más activas y con mayor presencia allí donde la pobreza causa más estragos.
Más de 25.000 proyectos solidarios financiados por Manos Unidas en sus cincuenta años de vida, en más de 64 países de Asia, África, América y Oceanía, dan cuenta de su empeño por combatir la pobreza, el hambre y la desigualdad en el mundo, un objetivo en torno al cual la ong logró reunir el año pasado a más de 4.500 voluntarios, en su mayoría mujeres, que en las campañas de Navidad pueden llegar a los 150.000.
Más de ochenta mil socios soportan con su fidelidad incondicional, y con un apoyo económico que supone el 77,7% de sus ingresos, frente al 22,3% procedente de instituciones públicas, el trabajo de Manos Unidas, que en la actualidad preside Myriam García Abrisqueta.
Precisamente, el año pasado, y como muestra de reconocimiento público a la labor desarrollada por Manos Unidas, el Papa Benedicto XVI nombró a Myriam García Abrisqueta miembro del Consejo Pontificio "Cor Unum", organismo vaticano que distribuye la caridad del Pontífice, además de designarla auditora del Sínodo de los Obispos Africanos, celebrado este año en el Vaticano.
En 2009, según datos de la propia organización, tanta solidaridad se tradujo en más de 54 millones de euros recaudados, de los cuales el 92,1% se destinaron a financiar proyectos. Un año antes, fueron más de 53 millones.
También muchas empresas contribuyen al soporte económico de la ong, receptora en todo este tiempo de numerosas herencias y legados de socios benefactores. Además, en febrero, todos los años se celebra una colecta entre los fieles de las parroquias españolas, dinero que va destinado a la caja de la organización.
El "modus operandi"de Manos Unidas consiste no tanto en desarrollar proyectos propios como sí en financiar aquellos que ofrecen garantías de desarrollo y continuidad en el tiempo, en áreas como la agricultura, de carácter social, cultural y educativo, sanitario y, además, de promoción de la mujer.
A este respecto, en 2008, el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia de este año trabajó para avanzar en el logro del quinto Objetivo del Milenio fijado por Naciones Unidas: reducir la mortalidad materna.
Candidata ya en 1997 al premio que finalmente ha conseguido trece años después, el trabajo de Manos Unidas ha sido reconocido con otros importantes galardones, dentro y fuera de España.
Manos Unidas figura entre los fundadores de la Coordinadora de ONGD de España (CONGDE) y es miembro de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Solidaridad (CIDSE), además de estar entre las más de 1.600 organizaciones europeas que conforman la Confederación para la Cooperación de ONG para la Ayuda y el Desarrollo (CONCORD).
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