Ganar para perder

Iglesias dijo ayer que no cree que haya novedad con relación a la sucesión cara al comité federal del 2 de abril, pero conociendo a Marcelino eso no tiene por qué significar nada. La mayoría del partido da por sentado que Zapatero comunicará su decisión de no repetir, y la incógnita se centra en saber quién puede ser su sustituto y si serán necesarias o no primarias. Rubalcaba era hasta hace nada el único relevo posible, pero ya no está tan claro porque el triministro tiene problemas con el Faisán y el once-eme, amén de una salud bastante frágil. Por eso los partidarios de Chacón aumentan, y creen más que nunca que la ministra podría salir victoriosa de una confrontación interna a la vista de que contaría con el apoyo de Cataluña y Madrid, e incluso de parte de Andalucía, las tres federaciones que en realidad deciden. Cuestión diferente es que a Chacón le interese quemarse en una confrontación en la que como mucho puede aspirar a ganar para perder. Desde ese punto de vista sería más lógico dejar que el ministro del Interior cayera por su peso en las generales, y en el Congreso en el que ZP debe abandonar ya la Secretaría General por estatutos, optar al control del partido pensando en las siguientes elecciones. Zapatero dejaría la sucesión interna en manos de una mujer, uno de sus sueños políticos.