Ni vale para ahorrar ni vale para bajar el número de muertos

La ecuación que aplica la OCDE de que bajar la velocidad un 5% supondría reducir un 20% el número de accidentes en España todavía no ha funcionado. Más aún, la experiencia obtenida cuando se han bajado los límites de velocidad ha sido el efecto inverso. En el año 1976 se decidió bajar a 100 km/h el límite de velocidad, cuando hasta entonces estaba establecido en 130 km/h para autopistas y en 110 km/h para autovías y vías rápidas. El año acabó con 3.959 muertos en carretera, 245 muertos más que el año anterior, en el que los límites de velocidad eran superiores, según se puede constatar en los anuarios de movilidad.

Automovilistas Europeos Asociados (AEA) también ha puesto en evidencia los cálculos del Gobierno sobre el hipotético ahorro energético, ya que desde hace seis años los españoles hemos venido circulando a una menor velocidad, pero eso no se ha visto traducido en una disminución del consumo de carburante ni de la accidentalidad (ver cuadro). La asociación de defensa de conductores ha llegado a esta conclusión después de cruzar los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas y las de las velocidades medias que recoge el Ministerio de Fomento.

Las cifras no pueden ser más clarificadoras: en 2004 los españoles circulábamos a 117,20 km/h en autovías y autopistas con un consumo de carburante de 29,8 millones de toneladas con una intensidad media diaria de 29.375 vehículos diarios y acabamos con 7.538 accidentes con víctimas en la red del Estado.

En el año 2008, bajamos nuestra velocidad media a 114,07 km/h, pero aumentamos el consumo de carburante a 31,1 millones de toneladas, pese a tener también una menor intensidad media diaria de tráfico (de 26.778 vehículos/día). Incluso el número de accidentes con víctimas fue similar al que se registró en el año 2004: 7.536.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) tampoco cree que la medida del Gobierno tenga utilidad alguna: «No va a cambiar nada, es una gran chapuza y no sabemos cómo han hecho las cuentas».