ANÁLISIS: Esta cumbre es el principio del fin por Eduard Sagarra Trías

– ¿Qué podemos esperar del Consejo Europeo del 9 de Diciembre?
–Tiene que ser el principio del fin de las contradicciones que los distintos estados de la UE han mantenido en estos últimos tiempos. Es decir, nos encontramos ante una situación de turbulencias financieras, deuda soberana, rentings y una conjunción de elementos que pocos entienden. El temor desde el punto de vista europeísta es que la Europa intergubernamental sea prioritaria a la Europa supra nacional. Lo que implica que el papel de los grandes y ricos estados estarán por encima. Tendrán más poder.

– ¿Es real el peligro de una Europa a dos velocidades?
–Sí lo es. Cuando nadie lo ha dicho, la Europa de las dos velocidades ha supuesto ya la dimisión de dos primeros ministros de estados europeos. Por un lado, está la Europa supranacional, muy consolidada entre todos y cuyo principal talón de aquiles es el euro. Por otro lado, tanto Merkel como Sarkozy son una pareja que marca el baile cada día y el resto son el acompañamiento. Ésta es la preocupación, pero no alarmante, sino de un realismo brutal. Lo que estamos decidiendo es dónde estamos y lo que somos. En el fondo es una lucha entre una Europa democrática o una Europa impulsada por los mercados y las grandes potencias económicas.

–¿Qué postura adoptará España en esas dos Europas?
–España tiene un papel muy importante y tiene que ser un buen actor. Es obligatorio mantener un mismo discurso en el exterior y en el interior. Ha existido un doble lenguaje y hemos representado dos funciones; en Europa una situación difícil, y en España, hemos dado la impresión de ser un estado poderoso en lo económico. Ahora hay que hacer un acto político de realismo absoluto, donde la política tiene un papel secundario y la realidad tiene que ser protagonista entre políticos y ciudadanos. Hemos de acatar las directrices que nos ponga Europa, porque es nuestro mercado y hemos de ser realistas. Esta sensación de ser sólo beneficiarios de Europa se ha acabado. Los ciudadanos europeos nos han ayudado tanto que ahora tienen derecho a pedirnos que colaboremos.

Eduard Sagarra Trías
Profesor de Derecho Internacional Universidad Barcelona