Londres

Shakespeare cambia de sexo

Por primera vez en 400 años se estrena en The Globe una obra escrita por una mujer

El escenario del teatro The Globe resulta impresionante
El escenario del teatro The Globe resulta impresionantelarazon

William Shakespeare nunca pudo ver interpretados sus personajes femeninos por una mujer. Cuando se construyó The Globe, el escenario quedó abierto para todas las Julietas, pero, aparte de la arquitectura del siglo XVI, se conservó intacta una regla de la época isabelina: aunque no fuera de manera intencionada, ninguno de los textos representados hasta entonces en el proscenio había sido escrito por una dramaturga. La «maldición» acaba de romperse y, por primera vez en más de 400 años, el teatro londinense dedicado al autor de Hamlet acogerá el estreno de la obra de una mujer.Nell Leyshon, de 48 años, nunca pensó que algún día le harían una invitación similar. No porque no lo viera factible, sino porque nunca le ha gustado pensar en el futuro: «Prefiero no fantasear. Tener siempre en la cabeza objetivos que cumplir puede hacerte muy infeliz», explica a LA RAZÓN. Dominic Dromgoole, director artístico de The Globe, le propuso el proyecto hace tres años, pero por aquel entonces Leyshon no se sentía preparada. «El escenario tiene unas particularidades muy concretas, no es un teatro cualquiera y creía que no tenía el talento suficiente», dice. No fue hasta el verano pasado cuando aceptó el reto. Mantuvo una reunión «divertidísima» con Dromgoole y en cuestión de veinte minutos le aprobó la obra que le había presentado. El título que puso sobre la mesa fue «Bedlam», una palabra lo bastante sugerente para saber que la historia iba a funcionar. Enfermos mentalesEl término, que en español significa caos o alboroto, era utilizado por los ciudadanos del XIX para referirse al The Bethlem Royal Hospital, una de las primeras instituciones en tratar a pacientes con enfermedades mentales. "Allí fueron a parar muchos británicos de la clase trabajadora enloquecidos por el consumo excesivo de alcohol. En aquella época estaban en condiciones infrahumanas y los ricos pagaban incluso por un "tour"para enseñarles como una atracción de feria», recalca.La obra tiene un tono «cómico y obsceno» y cuenta la vida de una joven interna con una belleza que enamorará a todos los hombres que están a su alrededor. «Como mujer que soy es inevitable que muchos de mis personajes sean femeninos; los textos, al fin y al cabo, son parte de lo que tú eres», explica. El hecho de que la directora sea otra mujer, Jessica Swale, es un detalle que agrada a la dramaturga, aunque aún se extraña de que genere tanta expectación: «Me sorprende que se piense en mí como mujer y no como escritora. Creo que este tipo de cosas ya no pasan en otros campos», explica.