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Un derbi monocolor

Los argumentos futbolísticos los tiene el Real Madrid / El Atlético apela a la concentración 

Un derbi monocolor
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¿Derbi? Qué derbi. Si nos atenemos a lo que dice el diccionario, el enfrentamiento de esta noche en el Bernabéu se ajusta literalmente a la realidad porque el Real Madrid y el Atlético se llevan «pegando» desde hace cien años. Si nos fijamos en el estado actual de los dos equipos –dejamos al margen las instituciones–, las diferencias se han ido incrementado con el paso de los años y puede hablarse de un «derbi monocolor», aunque ya ha quedado explicado, por activa y por pasiva, que el equipo del Manzanares ha puntuado en cinco –cuatro empates y un triunfo, el del año del descenso – de los diez últimos partidos en que los eternos rivales se han visto las caras en el Santiago Bernabéu.

La historia no miente, lo que fallan son los argumentos futbolísticos. El Real Madrid los tiene todos a su favor. La segunda temporada de Mourinho está siendo excelsa –salvo el traspié con el Levante y el empate de Santander– y el equipo aparece como el más poderoso del campeonato, no ya por diferencia de puntos con su verdadero enemigo, el Barcelona, sino por el juego que desplega. «Mou» se ha quitado tics defensivos, a sus jugadores les gusta tener la pelota, presionan perfectamente en campo rival y han incrementado su poder defensivo con la inclusión de Sergio Ramos como central izquierdo. No es que todos los partidos sean un paseo militar –hace siete días en Mestalla lo pasó mal en la segunda parte–, pero el Real Madrid ha encontrado en este momento su mejor cara como bloque.

Y su condición de favorito para esta noche la refrendan las apuestas, ya que el triunfo del Atlético se paga a 15 euros. Ni los más optimistas del lugar creen en los rojiblancos, que en su última aparición en feudo blanco fueron liquidados en diecinueve minutos con goles de Carvalho y Özil. Ayer, Mourinho firmaba el 1-0 y el 2-1 porque piensa que es un partido complicado para los suyos. ¿Verdad o motivación para que sus jugadores no se duerman?
Dormirse no parece lógico porque el Real Madrid ha salido muy enchufado y con una intensidad bárbara en los últimos encuentros. Acogota al rival con la presión y, cuando roba la velocidad y la precisión en las transiciones le hacen letal. El juego colectivo y las individuales mezclan bien en la banda de «Mou», que a lo mejor prepara alguna sorpresa en el once. Se asume que Marcelo, recuperado, será el lateral izquierdo y que Lass hará el papel de Arbeloa.

Khedira y Xabi Alonso son los mediocentros y hay puesto seguro para Özil y Cristiano. Las otras dos plazas se las pelean el «gato» Benzema, el «perro» Higuaín, el emergente Callejón, Coentrao y Sahin. Para el turco habrá minutos si el partido lo encarrila pronto el equipo. Y hasta el renacido Di María podría tener su tiempo, pensando en el clásico del próximo día 10.

Manzano ya ha ganado en el Bernabéu con el Mallorca de Etoo, aunque sucumbió en su anterior etapa rojiblanca. El técnico andaluz ha pedido máxima concentración, que el partido no se vaya al garete en los primeros minutos. Y para eso, de salida, el Atlético debe poner los cinco sentidos en el juego. Luego el tiempo, las situaciones individuales o cualquier pequeño detalle –en el que se incluye la estrategia– puede jugar a su favor. Son sus pocas bazas.
Con Falcao sin estar en condiciones habrá que saber qué as se saca Manzano de la manga.

No quiere un partido limpio, le gusta más que no tenga continuidad en el juego, siempre dentro del orden deportivo, aunque Mateu Lahoz sea un árbitro que permite jugar. Y en esas cartas marcadas del técnico puede aparecer Assuncao como acompañante de Mario y de Gabi. Hay que ahogar a Xabi y de la cuerda tienen que tirar estos tres jugadores para que el Madrid no encuentre el pase y el cambio de orientación cómodo.

Godín es la pareja de Domínguez y a Perea le tocará echarle carreras a Cristiano. Si juegan los tres centrocampistas mencionados Arda, Diego y Adrián conformarían el once. Y... Reyes. Pregúntenle a Manzano.