Festivales

Heineken deja de patrocinar al Festival de Benicàssim

La multinacional Heineken ha decidido dejar de patrocinar al Festival Internacional de Benicàssim (FIB) tras diez años de "exitosa relación", según han confirmado hoy las direcciones del certamen y de la empresa cervecera a través de sendos comunicados.

En 2006 tuvo lugar la última firma de renovación del contrato que unía a la marca holandesa con el festival de música independiente y alternativa más multitudinario del verano español, que contemplaba tres años más de patrocinio y, consecuentemente, de la presencia inseparable de la firma en el logotipo oficial.

"Desde Maraworld -empresa organizadora del FIB- queremos agradecer a Heineken España, y a los diferentes equipos que han comprendido sus departamentos de marketing a lo largo de estos años, la confianza depositada en nuestra iniciativa, ayudándonos a desarrollar nuestra manera de entender la música en directo", señala el comunicado.

Por su parte, la dirección de Heineken España ha emitido otro comunicado donde asegura haber decidido, "tras un balance de diez años muy positivos, dejar de ser el patrocinador principal del FIB".

A pesar de esta decisión, la empresa seguirá trabajando "en nuevos retos como activador del panorama musical en colaboración con el sector"de la música en directo en España y reafirma su compromiso de seguir "liderando"citas como el Día de la Música Heineken, el Heineken Music Selector, el Heineken Greenspace o el festival internacional Heineken Jazzlandia.

Asimismo, Maraworld ha confirmado que la decimoséptima edición del festival tendrá lugar entre los días 14 y 17 de julio, cuyas entradas saldrán a la venta en los próximos días "con una oferta especial para los 'fibers' más fieles".

La última edición del FIB, que tuvo como principales reclamos a Gorillaz, Prodigy, Kasabian y Vampire Weekend, reunió entre los pasados 15 y 18 de julio a unas 127.000 personas, cerca de 73.000 menos que en 2009.

Su nuevo director, el promotor británico Vince Power, achacó esta caída de asistencia a la crisis económica y al elevado gasto de contratación de grupos, que se refleja en un incremento del precio de las entradas.