Rajoy rinde homenaje «a la mayoría de españoles que no se manifiesta»

Nueva York/Madrid- El principal objetivo del viaje del presidente del Gobierno era mejorar la imagen de España para atraer inversiones y seguir cebando la tregua de los mercados. A esta tarea se ha dedicado también Su Majestad el Rey Don Juan Carlos. «Pero de poco pueden servir los esfuerzos cuando en clave interna algunos están poniendo la casa patas arriba y hay imágenes y mensajes desestabilizadores que están dando la vuelta al mundo», sostenía ayer un ministro del gabinete.

El Ejecutivo señala a Cataluña y a las protestas en los alrededores del Congreso de los Diputados. Están perjudicando la imagen de España –apuntan– y «dando munición a los mercados para que vuelvan a la carga». A esto hay que sumar las incertidumbres sobre el desenlace de la reestructuración bancaria y el calendario de amortizaciones que el Tesoro tiene que gestionar en los próximos meses.

A la vuelta de la esquina está ya el mes de octubre, en el que los vencimientos llegan a los 29.116 millones de euros sólo en deuda del Estado. En total, de aquí a final de año el Gobierno tendrá que conseguir más de 40.000 millones de euros para financiar también la deuda autonómica.

Alejar la mala imagen
Por ello, Mariano Rajoy, a quien la agenda nacional persigue en su viaje a Nueva York, se pronunció ayer en la línea de alejar a España de la mala imagen que puede estar saliendo de nuestras fronteras. En una conferencia en la institución académica Americas Society de Nueva York, Rajoy afirmó que va a pedir el cumplimiento de los acuerdos a los que llegó el pasado mes de junio el Consejo Europeo que tenían como fin hacer frente a la presión de los mercados sobre nuestro país.

El jefe del Ejecutivo recordó que aquel encuentro fue muy importante por las decisiones que se tomaron y porque se manifestó la nítida voluntad de todos para seguir avanzando en el proceso de integración europea: se fijaron los pasos necesarios para lograr una unión bancaria y fiscal, y facilitar el uso de los fondos de rescate europeos para comprar deuda de países bajo presión de los mercados.

En este sentido, explicó que tiene una estrategia «clara», una sólida estabilidad parlamentaria y más de tres años por delante para desarrollarcon determinación las reformas económicas que está impulsando y que pretenden una España más competitiva y dinámica.
«Sabemos lo que tenemos que hacer y, por ello lo estamos haciendo», explicó el presidente del Gobierno, antes de reconocer que todo ello supone sacrificios que se están distribuyendo de forma equitativa entre todos los ciudadanos.

Homenaje a «una mayoría de españoles que no se manifiesta»
El presidente del Gobierno participó ayer en una conferencia en la Americas Society de Nueva York, donde alertó contra los «intereses de vuelo corto» que hay en España y rindió homenaje a la «inmensa mayoría» de españoles que no se manifiesta ante las decisiones del Ejecutivo, asumen los sacrificios y trabajan por sacar a España de la crisis. «Mi mayor reconocimiento a la mayoría de españoles que no se manifiesta, que no sale en las portadas de Prensa y que no abre los telediarios», señaló antes de insistir en que todos ellos están colaborando para un gran objetivo nacional. «Son la inmensa mayoría de los 47 millones de personas que viven en España. Esa inmensa mayoría de españoles está trabajando, el que puede, y dando lo mejor de sí», añadió. «Si la gente está a la altura todos debemos estar a la altura del comportamiento de la sociedad española y no estropear la grandeza del comportamiento de nuestros compatriotas», afirmó el presidente del Gobierno.