Desarme de ETA

Quieren negociar

La Razón
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La banda lleva tiempo fuera de juego y pretende entrar en el campo por la vía de la negociación. Otras veces le dio el resultado apetecido, cayendo en la trampa del diálogo abierto y oficial tanto gobiernos socialistas como populares. Cada vez que los etarras se encuentran acosados por las Fuerzas de Seguridad, plantean sus cabecillas la misma estrategia negociadora. Ahora son conscientes de que la sociedad española no ve al terrorismo como primer problema, y por eso quieren reasumir un protagonismo que añoran. Se supone que el Ejecutivo y su estratega principal, el ministro Pérez Rubalcaba, no picarán el anzuelo ni caerán en el error de reeditar la negociación con los asesinos.

Al mundo batasuno le urge un acuerdo «como sea» para seguir a toda costa en las instituciones. Al fin y al cabo, ésa es una cuota que ETA no quiere perder y de ahí las prisas con nuevas proclamas y comunicados anunciando otra vez más de lo mismo.

El Gobierno ha de afrontar el embate que viene con la autoridad que le proporciona la unidad de acción con el PP en la estrategia antiterrorista. Han sido demasiados los errores cometidos como para meterse en más vericuetos de mesas y foros de diálogos, por mucho que personajes pintorescos como el surafricano Brian Currin aprieten queriendo equiparar a una simple banda de asesinos con el Estado democrático y de Derecho.