«Si no llego a estar ahí mi padre hubiera muerto»

Embarcar toros , una tarea rutinaria entre las labores de campo. Pasan las reses de un corral a otro hasta que llegan al camión. Sin embargo, uno de los ‘adolfos' se quedó rezagado y no siguió a la manada de cabestros como sus hermanos. El ganadero Adolfo Martín no se percató de la presencia del cárdeno, salió del burladero para continuar con el embarque y fue sorprendido por uno de sus toros.

Su hijo Adolfo Martín presenció el accidente y ha permanecido al lado de su padre en todo momento. Al salir de la UCI, nos atiende : «Sigue dormido, pero los médicos intentarán despertarlo a lo largo de estos días. La recuperación va a ser lenta, muy lenta». Además, por ser una herida por asta de toro, «puede tener infecciones». Dos cornadas en las piernas y una en el costado derecho, que «ha dañado órganos importantes como el hígado y el pulmón». En las piernas, una gran hemorragia hizo pensar a los médicos «que estaba seccionada la safena pero sólo está dañada». Por suerte, porque hubiese podido ser un fatal accidente.

Adolfo Martín hijo nos explica el estado de su padre en el Hospital Infanta Cristina de Badajoz, pero no puede evitar recordar y volver a narrar lo sucedido en el atarceder del lunes: «Fueron una serie de circunstancias. No vio al toro, se volvió. Intenté avisarlo de que un toro se había quedado suelto, pero no me oyó. Salió pensando que no había ninguno y le embistió». Unos segundos angustiosos que siguen latentes en la mente de su hijo: «El personal de campo intentó quitarle al toro de encima como pudieron. Cuando se fue, tiré de mi padre también como pude y llamaron al 112. En un rato llegó el helicóptero. Si no llego a estar ahí, mi padre hubiera muerto». Segundos angustiosos y minutos eternos hasta que llegó el helicóptero y atendieron al ganadero: «Pasó alrededor de una hora. Lo estabilizaron en la finca y se lo llevaron al hospital. Estuvieron hasta las cuatro de la mañana operándole». Horas de quirófano en las que necesitó transfusiones de sangre. Adolfo Martín permanece ingresado en el Infanta Cristina de Badajoz por un tiempo indefinido.