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La Peineta será verde en 2015

Con un aumento de más de 12.000 asientos y unos 55.000 m2, una cubierta con los colores del Atlético de Madrid e iluminada con LED o paneles fotovoltaicos, el club madrileño empieza la cuenta atrás para mudarse a su nueva casa 

La Peineta será verde en 2015
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Será el nuevo icono del Atlético de Madrid. Una peineta rojiblanca de la que ya se conocían muchos detalles pero que aún reservaba alguna sorpresa en su puesta de largo de hace unos días, por ejemplo, la gran cubierta, símbolo del club y seña de identidad de la intervención sobre la actual estructura planificada por el estudio de Antonio Cruz y Antonio Ortiz.

De una superficie de 30.000 m2 del Vicente Calderón y una capacidad para 54.960 espectadores a los 85.000 m2 en propiedad de la nueva estructura y espacio para casi 70.000 personas a partir de la temporada de 2015-2016, cuando se prevé que estará completada la obra. Y si Madrid se transforma finalmente en sede olímpica en 2020, serán 60.000 los asistentes a las pruebas atléticas, ya que la adaptabilidad del estadio ha sido uno de los detalles más publicitados de este proyecto que incluye otros usos como conciertos o convenciones, mientras sus espacios crecen en zonas comerciales, restaurantes y áreas de servicio técnico.

Una intervención de la que ya se conocía el coste: 200 millones de euros, que se compensan con los terrenos en el Manzanares, que quedarán libres para la construcción de viviendas y, en parte, para ampliar el parque de Madrid Río. Para aumentar el espacio del estadio actual sin perder la forma característica que le da nombre, se construirán nuevo graderíos sobre el cuenco actual. Uno debajo de 28 gradas para 22.466 espectadores; un segundo en la cota 0.0 para 13.168 VIP; un graderío alto con espacio para 18.110 asistentes, donde se asentarán el acceso público y otros servicios y una crujía para otras 1.452 personas. La cota del campo descenderá de los -9,91 hasta los -15 metros, mientras la pista de atletismo se situaría en cota -7,50, para asegurar la correcta visibilidad.

La gran novedad a nivel estructural, verdadero sostén de los colores rojiblancos del equipo, es la gran cubierta, ligera y con un perfil muy horizontal: «Su altura máxima es de 42,34 metros y se integra con el menor impacto ambiental posible», reza la memoria de ejecución del estudio. Se ha proyectado con el fin de cubrir el total de aforo en la opción de atletismo y el 90 por ciento de la de fútbol. Se trata de una estructura tensada compuesta por anillos y cables de acero y una malla o membrana de teflón «cuya composición es un tejido de fibra de vidrio revestido con politetrafluoretileno, altamente resistente, que permite reducir la estructura portante y posibilita grandes luces», explica Blanca Sánchez, arquitecta jefa de proyectos.

Aunque la puesta en escena ha sido ante todo de carácter simbólico, el estudio ha adelantado a este suplemento algunos detalles de la apuesta medioambiental. Todo el sistema de la iluminación de la cubierta se basa en un sistema de bajo consumo LED. Sobre el resto de la iluminación, el estudio reconoce que se «usan luminarias fluorescentes en la mayor parte del estadio que, aunque tienen menor rendimiento, son actualmente las únicas capaces de obtener los niveles lumínicos solicitados por la FIFA y la UEFA».

Ya ocupa parte de la maqueta una instalación fotovoltaica con una potencia pico de 15kW. Mientras que para la climatización se prevé el montaje de un sistema con recuperación de calor. El estudio lo considera idóneo para este tipo de edificios. Es la misma razón por la que ha decidido prescindir de la instalación de paneles solares térmicos «dado que el complejo sólo se pondrá en funcionamiento cuando se disputen eventos deportivos», explica el equipo responsable.

Agua de lluvia
El agua de lluvia se reutilizará en el riego de zonas verdes, gracias a dos aljibes de recuperación, uno bajo las gradas y otro sobre la plataforma exterior. También el agua de drenaje del campo volverá a servir para su acondicionamiento por aspersión, frente al sistema de goteo de las áreas de paso. En cuanto a los materiales utilizados destacan el hormigón, de gran inercia térmica, maderas con certificado FSC y PEFC en las tarimas del pavimento y el reciclado de parte de las tierras actualmente en excavación en los muros del sótano.