Entre el hielo y las fotos

Donetsk- La única conclusión coherente que se puede extraer del ambiente en los alrededores del Donbass Arena donde España y Portugal se juegan la presencia en la final es que Ucrania está muy lejos. Y de Portugal, un poco más lejos todavía. Pocos eran los aficionados españoles que aparecieron por Donetsk, pero lo hacían conscientes de sus necesidades básicas. "Pi, pi, pi, nos hemos quedado sin hielo", gritaba un aficionado con aspecto de no necesitar más hielo ni más alcohol. Otros, mientras en el interior del estadio sonaban las pruebas del himno español y del portugués, aprovechaban para hacerse fotos con las jóvenes ucranianas en los parques que rodean el estadio.

Los españoles eran más y más ruidosos. Los portugueses eran menos y discretos. Pero la mayoría de camisetas rojas que se veían alrededor del estadio del Shakhtar eran las que portaban los lugareños, decididos hinchas de la campeona. Algunos, con la bufanda del partido y los nombres de los dos rivales. Otros, más extraños, con la camiseta de España, pero la bandera china pintada en la cara. Quizá porque eran chinos.

Tampoco es extraño ver aficionados ucranianos que acuden al estadio con la camiseta del Barcelona. A lo mejor, por la herencia de Chigrinski. Otros, más extraños, acuden con la camiseta de "La Roja"y la bandera rusa pintada en la cara. La cercanía de Rusia hace que muchos acudan con la camiseta de la selección rusa, que hubiera sido la rival de Portugal en cuartos si hubiera sido primera de su grupo. Es posible que el exceso de confianza de sus aficionados sumado a la previsión impropia de países como el nuestro les llevara a comprar las entradas por adelantado. El Donbass ya espera a Portugal y España para despedirse de la competición.