No hay manera

Del éxtasis al tormento en sólo una semana. Cuando parecía que la máquina estaba por fin engrasada, otra vez un desastre de defensa y un centro del campo caótico nos dejaron sin dos de los tres puntos en juego el sábado en Almería. No se puede cargar la responsabilidad de todo un equipo en dos hombres como ocurre en este Atleti.

Con Agüero y Reyes no basta para sacar adelante los partidos, y eso que Forlán se mostró mucho más participativo que en otras ocasiones. Pero la defensa, de nuevo, hizo aguas por todas partes. Perea es un desastre y Godín, de una irregularidad desesperante. El final de la Liga se va acercando y las posibilidades de jugar en Europa la próxima temporada cada vez son más remotas. Desde luego de la «Champions» ni hablamos. Me refiero a la «Europa League», para lo que en esta ocasión sirve incluso quedar en séptimo lugar. El empate de Almería nos supo a los atléticos a derrota porque ya hemos visto demasiadas veces cómo se tira por la borda un partido que estaba ganado. Está claro que el Atlético no tiene en el resto de los equipos a sus rivales. El enemigo no tiene que ir a buscarlo fuera de casa.