San Francisco

Orquesta para todo

IbermúsicaDebussy, Matthews, Berlioz. Piano: Nelson Freire. Director: Michael Tilson Thomas. Orquesta Sinfónica de Londres. Auditorio Nacional. Madrid.

La Razón
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La pasada campaña, Michel Tilson Thomas vino con la orquesta que ha convertido en prolongación de su brazo, la Sinfónica de San Francisco. Vuelve con la gran Sinfónica de Londres, de la que fue titular entre 1988 y 1995 y de la que es principal director invitado. La orquestación realizada Colin Matthews de los 24 «Preludios» pianísticos de Debussy se une a las igualmente completas de Henkemans y de Brewaeys, esta última, extraordinaria, casi coetánea de la del inglés. El trabajo de Matthews contiene pasajes memorables, en especial en «El viento en la llanura» (número 3 del Libro I) y en la célebre «Catedral sumergida» (número 10), con un rico tratamiento de la percusión. Thomas interpretó una selección de una serie de instrumentaciones-transformaciones nacidas para otra orquesta inglesa, la Hallé de Manchester. La «Fantasía» de Debussy nunca entró en el gran repertorio pese a ser de especial belleza, pero carente de virtuosismo para el solista. Nelson Freire, uno de los pocos poetas actuales del piano, hizo filigranas, y casi sacó donde hay poco.

Turbulento aquelarre
En una semana se han escuchado en Madrid dos versiones excelentes de la «Sinfonía fantástica» de Berlioz, la de Frühbeck con la Orquesta Nacional y la que ahora se reseña: la Nacional está en magnífica forma, pero la London Symphony lleva décadas siendo una de las primeras del planeta. A diferencia de Frühbeck, Thomas no sigue la versión revisada, que incluye una irónica corneta en el «Vals», y sí hace la repetición –inesperada, singular– de la «Marcha al patíbulo». Soberbiamente tocada, la «Sinfonía» echó chispas en el aquelarre. MTT –sus siglas– volvió a exhibir su impresionante técnica, y la LSO –las otras siglas, las de la orquesta– revalidó su condición de formación fabulosa.