África

Yemen

«Si se paralizan las reformas democráticas el país arderá como el resto del mundo árabe»

«Sólo se debe liberar a los salafistas que no perjudiquen a la sociedad»

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Rabat- Abdelilah Benkirane, ex profesor de Física y diputado por Salé, es secretario general del legalizado partido islamista Justicia y Desarrollo, la principal oposición al Gobierno marroquí en el Parlamento, donde tiene 46 escaños.

–¿El atentado que sacudió ayer Marraquech puede paralizar las reformas democráticas que están en marcha?
–No creo. Habrá perturbaciones en la dinámica de la reforma, pero no se puede detener. Si se para esta dinámica, el país va a arder, como el resto del mundo árabe.

–Estas últimas semanas han tenido lugar numerosas manifestaciones en todo el país. ¿Teme que ahora las prohíban?
–No creo. ¿Por qué habrían de hacerlo?

–¿Teme una oleada de detenciones masivas, como después de los atentados del 16 de mayo de 2003 en Casablanca?
–No tengo ni idea. Depende de quién esté detrás de estos atentados. Lo que sucedió en 2003 no fue un error. Fue premeditado. Fue un acercamiento para sacar al mayor número posible de personas de las filas salafistas. Creo que todo eso ha terminado. Quizá se produzca, pero no en la misma magnitud. Es imposible. ¡Todo eso ha terminado! Hoy en día el Estado lleva a cabo reformas profundas y no nos podemos permitir dar marcha atrás.

–¿Le preocupa que se mezcle al islamista con el terrorista?
–Todo eso le digo que ha terminado. Ya hicieron eso en 2003. Ya ve la desgracia que causó. Sería una mala idea. El Estado no puede permitírselo y no lo permitirá. Si sucede será una desgracia. Las detenciones masivas sin relación con lo que ha sucedido ya no son posibles. Al contrario, hay que seguir liberando a los que están en la cárcel por error como Kettani y Abu Hafs y todos los salafistas encarcelados en 2003. Sea lo que sea lo que se les pueda reprochar, ya han pasado bastante tiempo en la cárcel para reflexionar sobre su planteamiento, si han hecho algo.

–¿Van a aumentar la comunicación para evitar esa mezcla?
–Es lo que hacemos al hablar con ustedes los periodistas.

–¿Qué le parece la liberación de presos salafistas del 14 de abril?
–Me alegré de que sucediera, pero no solo porque sean salafistas, sino porque estaban en la cárcel sin motivos para ello.

–¿Es partidario de que se libere a todos los presos salafistas?
–Eso debe estudiarse de forma que se vuelva a poner en libertad únicamente a los que no perjudiquen a la sociedad. Muchos de ellos están en la cárcel por razones que no tienen nada de jurídicas. Si hablaron con alguien (sospechoso), si estuvieron en una boda, los condenaron a diez años de cárcel. Espero que hoy en día eso sea imposible.

–¿Cómo se diferencia a un salafista de un terrorista?
–Un salafista tiene barba. Un terrorista explota. No tengo ni idea. Los salafistas son millones, los que saltan por los aires son algunos individuos. No todos los terroristas tienen barba (sonríe).

–¿Los salafistas que fueron detenidos tuvieron responsabilidad en los atentados de 2003?
– Eso pertenece al pasado. Jamás se me ocurriría que Fizazi, Kettani o Abu Hafs puedan pensar en cometer actos terroristas.

–¿Qué piensa de los Jóvenes del 20 de febrero? ¿No habría que darles las gracias? Sin ellos, no habría reforma constitucional...
–No voy a darles las gracias ni a censurarles. Su acción es positiva, y punto. No tenemos ganas de ver lo que está pasando en Yemen, en Libia o lo que pasó en Túnez y en Egipto. No tenemos ganas de que se vuelva a poner en entredicho a la Monarquía.