Se acabó ver el fútbol en el bar

Pubs y bares que habitualmente se encuentran repletos de personas viendo el fútbol del domingo, presentaban una estampa muy distinta este fin de semana, el primero en el que no se podía fumar en los locales.

El presidente de la Federación de Hostelería de Valencia, Juan Carlos Gelabert, explicó ayer que, poco a poco, se van viendo las consecuencias de esta norma, y señaló que el vacío de los bares el domingo es una de las más llamativas. «La Ley Antitabaco ha acabo con el fútbol en el bar», señaló Gelabert, quien explicó que un partido de fútbol es, por definición, una situación en la que la gente fuma más.

«Cuánto más emocionante esté el partido, más fumarán los aficionados», señaló, por lo que éstos no van a renunciar a esos deseados pitillos.

Además, advirtió de que esta semana se está empezando a notar en los cafés de la mañana y, poco a poco, se irá comprobando el impacto en las diferentes situaciones de ocio. Aunque no quiso dar cifras exactas, aseguró que ya se están viendo las consecuencias en términos económicos.

Por otra parte, Gelabert advirtió de que la aplicación de la nueva norma podría estar produciendo un descenso del 15 por ciento de la clientela y del diez por ciento del consumo en bares, restaurantes y locales de ocio nocturno.

Consideró «evidente que se va a producir un impacto negativo sobre los establecimientos de hostelería» pero advirtió de que no es el momento de anticipar los datos, aunque «tampoco es coherente transmitir una imagen de que todo va bien ni de un escenario de normalidad».
En referencia a la cifra de locales que se han declarado «insumisos» o que simplemente permiten fumar a sus clientes, Gelabert señaló que «sólo» tiene constancia de tres en toda la Comunitat Valenciana y destacó el carácter excepcional de estas situaciones.

«Es cierto que esta nueva ley está generando un debate social importante y que el paisaje idílico del total cumplimiento de la misma no se corresponde con la realidad. La ley se acata de forma destacable, pero una cosa es que la gente salga a fumar a la puerta y otra es que siga existiendo cierta incredulidad», añadió

Gelabert explicó que el pasado fin de semana se dieron «situaciones curiosas» como la coincidencia en «locales de baja actividad» de «tres únicos clientes, todos ellos fumadores, que no han podido fumar pese a que no molestaban a nadie».